El empleo y la crisis son el principal problema para la
sociedad, que advierte de más diferencias sociales
El empleo, la situación económica y, muy por detrás, el
terrorismo. No es una novedad que el ranking de preocupaciones de los
ciudadanos vascos haya experimentado un notable cambio en los últimos años,
pero en este momento, dos meses después de que ETA anunciara su cese
definitivo, la inquietud por la violencia ha caído a sus niveles más bajos
desde hace décadas. Sólo el 6% de los encuestados, la mitad que hace ocho
meses, incluye entre sus tres principales preocupaciones el terrorismo, que
pasa a ocupar la sexta posición entre los principales problemas que percibe la
sociedad vasca.
Así lo refleja el
último Sociómetro elaborado por el Gobierno Vasco, en el que además mejora
sustancialmente la percepción sobre la situación política actual, pese a que la
mitad de la población sigue calificándola como mala o muy mala. La diferencia,
sin embargo, es considerable respecto al pasado mes de junio, cuando solo el 28%
(ahora el 43%) consideraba que Euskadi se encontraba en una situación política
buena o muy buena. «La recuperación de la normalidad política», con la
presencia de todas las fuerzas del espectro ideológico justifica, junto al
final de la violencia, esa mejoría, explicó el responsable del Gabinete de
Prospección Sociológica, Víctor Urrutia, en alusión a la incorporación de la
izquierda abertzale a través de Bildu y Amaiur.
La valoración de los
representantes políticos vascos vuelve a dejar a todos por debajo del 5. El
presidente del PNV, Iñigo Urkullu, obtiene la mejor nota entre el grupo de los
más conocidos con 4,4 sobre 10 puntos, seguido de Patxi López con 4,1 puntos y
Basagoiti con 3.
Entre los que son
conocidos por menos de la mitad de la población la mejor nota es para Pello
Urizar (EA), con 4,5 puntos, seguido de Aintzane Ezenarro (Aralar), con 4,4
puntos; Mikel Arana (EB) y Gorka Maneiro (UPyD).
Pero más allá de la
política, lo que realmente preocupa a los vascos es el desempleo y los
problemas económicos (75,6% y 41%, respectivamente), y con mucha diferencia
sobre el resto. Un hecho lógico teniendo en cuenta que más de la mitad de la
población dice que su poder adquisitivo se redujo en el último año. Además, la
mayoría percibe que las diferencias de ingresos entre clases medias y altas, o
entre «las personas de aquí y los inmigrantes» son «muy o bastante grandes».
FUENTE: Diario Vasco
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