¿Qué nos jugamos?
Martin Aranburu - Politologoa
Gara 4 de marzo
Esta es la pregunta que gran parte del electorado independentista de Euskal Herria se estará haciendo estos días, y consecuentemente, planteándose la conveniencia de participar en el proceso electoral. ¿Nos jugamos realmente algo quienes aspiramos a un Estado Vasco independiente? Depende del punto de vista: a corto plazo podría pensarse que no, pero creo que estas elecciones tienen más importancia de la que pensamos para los movimientos políticos que a medio y largo plazo puedan darse en el mapa electoral de Euskal Herria.
Además del argumento utilizado repetidamente por los diferentes partidos de que es necesario estar donde se discuten los intereses de nuestro pueblo, los resultados obtenidos por las fuerzas políticas de nuestro país pueden forzar el replanteamiento de estrategias asumidas por éstos. Por primera vez en estos últimos años EA concurre en solitario a las elecciones, alejada del PNV, en el ámbito del nacionalismo vasco que no comparte las vías político-militares de ETA.
EA hace una apuesta arriesgada pero coherente con la línea política ganadora en el último congreso. Su proceso interno de cambio, de reorientación estratégica de la política hacia un ámbito de independentismo pragmático y social había de encarar en algún momento su viabilidad en este país, alejado del nacionalismo de campaña electoral y de una práctica política diaria poco coincidente con la necesidad de asumir riesgos políticos en las instituciones vascas, con el objetivo de orientar este pueblo en una dirección de emancipación social y nacional. La respuesta que los ciudadanos den al proyecto que representa EA confirmará lo que miles de ciudadanos de este país pensamos: es necesaria y positiva una fuerza política que aúne independentismo con pragmatismo y valores nacionales con valores sociales. Por resumirlo gráficamente: es posible estar en las instituciones para legislar de forma que el gobierno ultra-derechista del PP recurra la ley antes de su publicación (Ley de Sistema Universitario Vasco) y participar en Eztabaidagunea para avanzar en la resolución del conflicto y en la construcción nacional.
Las apuestas estratégicas de los partidos no han de variar como consecuencia de sus resultados electorales, pero es indudable que los partidos sólo disponen de las elecciones para medir el grado de aceptación de su actividad política. La viabilidad del nacionalismo que representa EA, las puertas abiertas que ha mantenido a Batasuna cuando los demás miraban a otro lado y las denuncias de vulneración de derechos individuales y colectivos desde todos los puntos de vista y en todos los ámbitos pasan un examen capital. Por eso, quizás nos juguemos más de lo que pensamos en estas elecciones. El tiempo dirá.
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