Más de media tonelada de poemas inundaron la plaza central de Gernika el pasado 14 de agosto. 80 poemas de amor, de pasión, de esperanza hicieron vibrar los corazones de más de 4.000 personas. Gernika se suma así a la ciudad yugoslava de Dubrovnik y también al Palacio de la Moneda en Santiago de Chile.
¿Qué une a Dubrovnic, Gernika y Santiago? Todas estás ciudades han sido azotadas en su historia por guerras, violencia y muerte y todas ellas son parte de un proyecto único y novedoso que comenzó en el 2001 frente a las puertas de aquel edificio que para miles de chilenos simboliza el inicio de 17 años de represión, el Palacio de La Moneda, en Santiago de Chile. Tres poetas contemporáneos chilenos, Julio Carrasco, Cristóbal Bianqui y José Prieto, decidieron utilizar la poesía como medio para tratar de curar heridas tan hondas como las que dejan más de una década de dictadura.
Media tonelada de poesía
Bombardear La Moneda fue su respuesta a este edificio emblemático asociado con el dolor. El alivio registrado por muchos chilenos fue tal, que los autores del “bombardeo” quisieron que otras personas vivieran la misma catarsis, el cambio entre el sentimiento de antes y después, este alivio tan difícil de describir en prosa.
El lanzamiento de poemas sobre lugares emblemáticos gravados en el inconsciente mundial ha causado asombro y conmoción, no sólo en las nuevas generaciones lejanas a la realidad de un enfrentamiento armado, sino especialmente en aquellos que fueron testigos de las atrocidades que acompañan a una guerra.
Esta lluvia de poemas representa para muchos un distanciamiento, una nueva página, renovación en el enfrentamiento histórico y psicológico con el pasado. “La acogida de la media tonelada de poemas en Gernika no podría haber sido mejor”, indican contentos Carrasco, Bianqui y Prieto, que hacen hincapié en que los poemas fueron recogidos por las más de 4.000 personas reunidas en la Plaza del Ayuntamiento.
Dresden y Nagasaki
80 poemas, 40 escritos por poetas chilenos, 40 por poetas vascos. 40 poemas fotocopiados hasta sumar 100.000. Media tonelada de poemas que al caer lentamente desde el cielo provocan un efecto plástico que queda grabado en muchas mentes. El mismo impacto desean generar los poetas chilenos en otras dos ciudades marcadas por la barbarie humana: Dresden, destruida casi en su totalidad durante la Segunda Guerra Mundial, y Nagasaki en donde miles de personas perecieron a causa del lanzamiento de la bomba atómica. Los preparativos llevarán su tiempo, pero sin duda tendrán, cuando se conviertan en miles de poemas cayendo en una soleada tarde sobre estas ciudades, el mismo efecto de curación en todos los que puedan disfrutar del evento.
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