Maragall prevé que la creación de una «eurorregión vasca será imparable»

El president de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, se refirió ayer a Euskadi en el mismo curso de la Universidad Complutense en el que el martes participó el lehendakari Ibarretxe. Y afirmó que la creación de la «eurorregión vasca», con la CAV, Nafarroa e Iparralde es «imparable»

El President de la Generalitat ha extendido su idea de una eurorregión catalana a Euskadi. En el marco del curso de verano de la Universidad Complutense en San Lorenzo del Escorial, donde el martes intervino el lehendakari Ibarretxe, Pasqual Maragall afirmó ayer que «la frontera del Bidasoa ha desaparecido, y por tanto, la eurorregión vasca será imparable, eso es algo que hay que empezar a considerar, incluso como positivo», para recalcar a renglón seguido que «eso va a ocurrir, no hace falta ser ni nacionalista ni independentista para predicar algo que una a siete provincias que están, cuatro a un lado y tres al otro».
Durante la conferencia titulada “Cataluña en el contexto político español”, dentro del curso “Nacionalismos en el siglo XXI”, Pasqual Maragall dijo que «soplan vientos de cambio», con reformas del modelo territorial, tanto a nivel estatal como europeo, e incidió en que la reforma de la Constitución debe abrir las puertas a la participación de las nacionalidades en la Unión Europea, tal y como ocurre en Alemania, Bélgica y Austria.
Maragall manifestó que la reforma constitucional a la que se ha comprometido el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sería «decepcionante» si la nueva Carta Magna no denominara a Catalunya «con precisión» como nacionalidad. «Catalunya no es fácil que viese con buenos ojos una Constitución que no la denominara además de nombrarla, sobre todo porque siempre entendió que en 1978 se la denominaba nacionalidad sin nombrarla. Y ya se sabe que los catalanes en cuestión de ganancias somos muy mirados», añadió con ironía.
El president catalán admitió que la secuencia temporal de la reforma estatutaria de Catalunya y de la Constitución plantea «algunos problemas» aunque no «insolubles». Explicó que sería «mucho pedir» a los catalanes que renuncien a decir nada que obligue a una reforma de la Carta Magna cuando ésta está tan próxima. En su opinión, para salvar este obstáculo lo más práctico sería recurrir a las «transitorias» del Estatuto para convertir en «interinos» determinados cambios que pudiesen ser vistos como poco compatibles con la Constitución actual hasta que ésta se reforme.
Deia