La Conferencia Episcopal Española se ha sumado a la campaña para frenar el desarrollo de la iniciativa aprobada el 30 de diciembre en el Parlamento de Gasteiz, con un comunicado en el que afirma que «negar unilateralmente la soberanía española no sería moralmente aceptable». La jerarquía eclesiástica retoma así la polémica que suscitó su pastoral de noviembre de 2002, que fue muy cuestionada en Euskal Herrria, incluso entre sectores de base cristianos. Los prelados españoles califican de «degenerado» al nacionalismo vasco.
MADRID
La Conferencia Episcopal Española (CEE)ratificó ayer su concepción de que sólo la soberanía española resulta «moral- mente aceptable». En una nota de prensa que retoma la polémica pastoral de noviembre de 2002, que fue muy cuestionada en Euskal Herria, los obispos se hacen eco de la aprobación del plan de Ibarretxe y anuncian que se ven obligados a exponer su opinión para «respetar y tutelar el bien común de una sociedad pluricentenaria».
Tras subrayar que «España es fruto de complejos procesos históricos», la CEE establece en esta nota que «poner en peligro la convivencia de los españoles, negando unilateralmente la soberanía de España, sin valorar las graves consecuencias que esta negación podría acarrear, no sería prudente ni moralmente aceptable».
El comunicado abunda en críticas genéricas a los naciona-lismos, pero referidas obviamente a sólo uno de ellos:el na- cionalismo vasco. Recuerda a quienes tienen esta concepción que deben atenerse al «bien común» y «los derechos de todos» los ciudadanos, «porque cuando estas condiciones no se respetan, el nacionalismo degenera en una ideología y un proyecto excluyente, incapaz de reconocer y proteger los derechos de los ciudadanos, tentado de aspiraciones totalitarias».
La jerarquía eclesiástica española acepta la existencia de «determinadas naciones o realidades nacionales», pero entiende, en referencia indirecta a Euskal Herria, que «cuando éstas se hallan legítimamente vinculadas por lazos históricos, familiares, religiosos, culturales y políticos a otras naciones dentro de un mismo estado no puede decirse que gocen necesariamente de un derecho a la so- beranía política».
Colonias o «invasión injusta»
Ahondando en el mismo argumento, la CEE estima conveniente aclarar que si bien la llamada Doctrina Social de la Iglesia reconoce el derecho de autodeterminación, eso es aplicable «al caso de una colonización o invasión injusta, pero no a una secesión».
El posicionamiento de la CEE no por conocido dejó de suscitar críticas. Batasuna, EB, Aralaro PNVlo rechazaron o cuestionaron. Desde esta última formación, su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, recordó a la CEE que «no se puede mantener a ultranza unilateralmente un ordenamiento ju- rídico contra la voluntad de la sociedad vasca».
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