Deia
EL CONSEJERO de Empleo, Justicia y Seguridad Social del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, mostró ayer su «preocupación» al entender que el Ejecutivo español ha «forzado la norma para dar un trato de favor a un protegido». El sailburu reaccionaba con estas palabras tras conocerse que gracias a una decisión de la directora de Instituciones Penitenciarias, el ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo abandonará en los próximos días la prisión de Ocaña para cumplir la condena que le queda, 71 años de cárcel, en su domicilio por una dolencia cardiaca. Medida criticada por todos los partidos salvo PP y PSOE.
En los pasillos del Parlamento vasco, Joseba Azkarraga dijo desde el primer momento que conceder estos privilegios a Galindo y negárselos a otros presos supone dar a entender que, para el Gobierno socialista, hay dos tipos de terrorismo. «El terrorismo bueno, que es el terrorismo de Estado y luego estaría el malo, que es el que practica ETA, que también tiene presos enfermos que no se les trata como a Galindo».
El consejero de Empleo, Justicia y Seguridad Social, en sus declaraciones, comenzó por decir que «con respecto a lo que se puede denominar ‘caso Galindo’, desde el Gobierno vasco trasladamos una preocupación porque entendemos que se se ha forzado la norma para dar un trato de favor a un protegido». Joseba Azkarraga quiso dejar claro que el Ejecutivo Ibarretxe no está de acuerdo «con la política penitenciaria vengativa para nadie. Por lo tanto, si el señor Galindo tiene una enfermedad grave, nosotros no nos oponemos a que Galindo cumpla su condena cómodamente en su domicilio. Lo único a lo que nos oponemos y rechazamos con absoluta rotundidad es la doble vara de medir, el doble rasero con el que se actúa con unos presos y con otros».
Dicho esto, en opinión del consejero, la decisión de Instituciones Penitenciarias para con el ex general Galindo demuestra que para el Gobierno socialista hay dos tipos de terrorismo. «Por un lado, está el terrorismo bueno, que es el terrorismo de Estado, el que ellos en su momento avalaron y pusieron en funcionamiento y del que el señor Galindo era un exponente clarísimo. Y luego está para ellos el terrorismo malo, que es el que practica ETA, pero que también tiene presos que están enfermos pero a esos no se les trata con la misma vara de medir que al señor Galindo».
Por todo ello, Azkarraga mostró su «rechazo más rotundo» y acto seguido comentó que habría que exigir al Partido Socialista explicaciones. «Tendría que explicar con absoluta claridad si la actitud que se adopta con el señor Galindo es el ejemplo del nuevo talante en política penitenciaria. Si es así, nosotros lo rechazamos con absoluta rotundidad. De la misma forma que en muchas ocasiones hemos solicitado y exigido a ETA que deje de matar, también hoy nos preguntamos qué pensarán los familiares de Lasa y Zabala, por ejemplo, ante la actitud que el Gobierno adopta con Galindo».
También recordó las declaraciones de la directora de Prisiones anunciando inflexibilidad y dureza en la política penitenciaria.
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