Deia
El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, consideró ayer que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, debe investigar «de oficio» quién «ha filtrado» los nombres de los cuatro cocineros vascos a quien se relaciona con el pago del “impuesto revolucionario” en la Audiencia Nacional, órgano en el que a su juicio existe un «elemento de corrupción».
Azkarraga defendió en Donostia la «presunción de inocencia» de Subijana, Arzak, Berasategi y Arguiñano, y denunció que «el linchamiento al que están sometidos es absolutamente inadmisible». Además, reiteró el «apoyo y solidaridad» del Gobierno vasco hacia ellos.
El consejero opinó que el fiscal general del Estado «no puede mirar hacia otro lado» ante «una filtración gravísima que se produce dentro de la propia Audiencia Nacional» en relación a un «sumario que es secreto».
A su juicio, por tanto, «hay un elemento de corrupción» dentro de ese órgano judicial, y el fiscal general del Estado debe de «investigar en profundidad quién es el que está filtrando la situación de estas personas».
Por otro, destacó que «cuando secuestran a las dos “Simonas” en Italia todo el mundo considera positivo que se hagan gestiones por todos los lados y que encima se les libere». «¿Qué ocurre, que en Italia o en Irak eso es posible y aquí quién es extorsionado se convierte no en víctima sino en colaborador de banda armada?», cuestionó. El consejero señaló que «es una contradicción absoluta».
Además, recordó que, «cuando fue secuestrado Rupérez, embajador hasta hace muy poco en Nueva York y diputado en el Parlamento español, ETA político-militar exigió que se creara una comisión de investigación en el Parlamento para investigar las torturas que se podrían estar produciendo» en Euskadi.
El consejero añadió que «el Gobierno cedió ante ese chantaje para la liberación de Rupérez» y se creó esa comisión que, según señaló, estuvo conformada por Juan Mari Bandrés, Azkarraga y el actual ministro de Defensa, José Bono.
Por ello, pidió que, «si hay utilizar la misma vara de medir, utilícese desde ahora» y «se comience con el señor Bono». «Que se procese al señor Bono por aceptar el chantaje de una banda terrorista para liberar al señor Rupérez, y entonces estaríamos en la misma situación de igualdad», agregó.
Azkarraga dijo que lo que está pasando «es una barbaridad, y mucho más cuando hay algunos medios de comunicación, con una mezquindad terrible, utilizando la mentira, que incluso piden el boicot a los restaurantes de estos cocineros».
El responsable de Justicia se preguntó «qué pasaría» si el Gobierno vasco pidiera «el boicot a esos medios de comunicación por mezquinos y mentirosos». «Seguro que seríamos objeto de mil barbaridades», añadió.
Finalmente, señaló que él no va a «pedir el boicot, sin duda, pero sí que exigiría a esos medios de comunicación mucha más cautela».
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