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13 de septiembre de 2008

Lizarra-Garazi: apuesta con futuro


Gara.- Acatar «sine die» las disposiciones de una legalidad al servicio del PSOE y del PP supone renunciar a la superación del Estatuto y a la articulación de un nuevo marco donde la regla de oro sea el respeto absoluto a la voluntad de la sociedad vasca

Diez años son una eternidad, sobre todo en política, y en Euskal Herria más. Sin embargo, y a pesar de que a lo largo de todo este tiempo la política vasca ha registrado multitud de acontecimientos, algunos sin duda históricos, los principios sobre los que se basó el Acuerdo de Lizarra-Garazi siguen hoy plenamente vigentes y nos dan las pistas adecuadas para abordar con éxito en un futuro ojalá cercano y, de una vez por todas, la resolución del conflicto político vasco.

La Declaración de Lizarra-Garazi significó una apuesta por la resolución del conflicto mediante la sustitución de la violencia por la decisión democrática de la sociedad vasca, por el respeto a la voluntad popular mayoritaria. En otras palabras, por el reconocimiento del derecho de autodeterminación.

Lizarra-Garazi fue un punto de inflexión para nuestro país. Puso el derecho a decidir en el centro del debate político y ahí sigue diez años después. Las dos grandes iniciativas políticas desarrolladas desde entonces, la aprobación del Nuevo Estatuto Político y la convocatoria de la consulta popular, incluso el proceso de negociación abierto tras el alto el fuego de ETA de marzo de 2006, se han asentado, en su esencia, en la reivindicación de la autodeterminación y en la necesidad de que el Estado español reconozca el derecho de la sociedad vasca a decidir su futuro.

Lizarra-Garazi lo cambió todo. Ya no iba a ser posible eludir el verdadero debate, el problema de fondo, como hasta entonces habían hecho el PP y el PSOE. Ya no iba a ser posible reducir el conflicto vasco a una mera cuestión de violencia terrorista. Y, sobre todo, una inmensa mayoría de vascos y vascas asumió definitivamente que sólo a ellos y ellas les corresponde decidir sobre su futuro y que eso es incompatible con la actividad de ETA. En Lizarra-Garazi fijamos los principios que habrán de llevarnos, espero que más pronto que tarde, a la resolución definitiva del conflicto. En ésas estamos aún hoy, intentando dar la palabra a la sociedad para configurar un escenario en el que todos los proyectos políticos sean posibles democráticamente, incluida la independencia que propugna Eusko Alkartasuna.

El tiempo nunca pasa en balde, mucho menos todavía cuando estamos hablando de diez años, pero los principios suscritos en 1998 en Lizarra-Garazi mantienen hoy toda su vigencia como receta para la solución: fin definitivo de la violencia, respeto a la decisión de la ciudadanía vasca y aceptación de que el tránsito hacia un nuevo marco, imprescindible, ha de partir del reconocimiento del actual entramado administrativo e institucional.

Diez años dan para mucho y, a pesar de los pesares, hemos dado pasos en la buena dirección. Nuestro reto, y para ello trabajamos en Eusko Alkartasuna, es lograr la adhesión social a esos principios y conformar mayorías políticas lo más amplias posibles que permitan dar pasos concretos, firmes, efectivos y sin marcha atrás hacia la independencia de Euskal Herria, incluso pasando por encima de eventuales prohibiciones y vetos del Gobierno español de turno.

Nuestra voluntad es inequívoca. Garantizar nuestra supervivencia como pueblo e incrementar progresivamente nuestro nivel de vida sólo será posible si superamos el actual marco estatutario, agotado y finiquitado, y vamos a un nuevo escenario en el que, con los límites propios de un mundo globalizado, vascos y vascas seamos los únicos dueños de nuestro futuro, los que dispongamos a voluntad de todos los instrumentos a nuestro alcance para mejorar nuestra calidad de vida.

Frente al inmovilismo del PSOE y del PP, frente a la imposición de un marco estatutario al que se le saltan las costuras y en el que ya no cabemos, la salida es dar pasos unilaterales, siempre alejados del recurso a la violencia, que cuenten con el respaldo de la mayoría de la sociedad vasca. Lo hemos intentado por la vía del acuerdo (Nuevo Estatuto Político y consulta popular) y lo seguiremos intentando en el futuro porque esa puerta siempre debe estar abierta, pero hasta ahora sólo nos hemos encontrado con los portazos del PSOE y del PP.

Acatar sine die las disposiciones de una legalidad al servicio del PSOE y del PP que ahoga sistemáticamente las legítimas aspiraciones de nuestro pueblo puede facilitar acuerdos de gestión con socialistas o populares y la conservación de determinadas cuotas de poder pero, de hecho, supone renunciar a la superación del Estatuto y a la articulación de un nuevo marco donde la regla de oro sea el respeto absoluto a la voluntad democrática de la sociedad vasca.

Ni obediencia permanente a España ni respuesta violenta; ambas estrategias, tan distintas, desembocan en el mismo mar: en la consolidación y perpetuación del actual sistema de relaciones Euskadi-España, un sistema que nos coloca en un plano de inferioridad y nos lleva a nuestra progresiva desaparición como pueblo.

La salida de este laberinto político que es nuestro país pasa por la actualización de los principios que guiaron Lizarra-Garazi. Eusko Alkartasuna mantiene intacta aquella apuesta desde el convencimiento de que sólo la suma de fuerzas soberanistas (políticas, sociales, sindicales...), la adhesión democrática de la mayoría social y la renuncia definitiva a la utilización de métodos violentos harán posible la superación de todos los obstáculos que pueda interponer el Estado en cada momento y la puesta en marcha de dinámicas irreversibles, en primera instancia, hacia el reconocimiento del derecho de autodeterminación de la sociedad vasca y, posteriormente, hacia la independencia.

Rafael Larreina: Secretario de Política Institucional de Eusko Alkartasuna

12 de septiembre de 2008

"Diga lo que diga el TC, sólo la sociedad vasca tendrá la última palabra"


El presidente de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, considera que el fallo del Tribunal Constitucional (TC) negando a las instituciones vascas la capacidad de consultar a la ciudadanía de este país sobre temas trascendentales para su vida "es un desprecio en toda regla a la sociedad vasca" y ha advertido de que, diga lo que diga el TC, "será la sociedad vasca y sólo ella la que tenga la última palabra sobre su futuro".

Una vez conocida la sentencia del alto tribunal, Ziarreta ha visto confirmados los temores que venía expresando en las últimas semanas. "No es ninguna sorpresa porque sabíamos que en el Estado español la Justicia actúa a toque de corneta, y el presidente Zapatero ya había dejado muy clara su oposición no sólo a que los vascos decidamos nuestro futuro, sino incluso a que podamos opinar. Antes nos negaban el derecho a decidir y ahora también nos quieren quitar hasta el derecho a opinar", denuncia el líder abertzale.

Ziarreta insiste en que ningún precepto legal puede impedir en democracia que un gobierno haga una consulta a los ciudadanos. A su juicio, "es radicalmente falso decir que la consulta es ilegal; el único obstáculo es la falta de voluntad política de Zapatero. Es él quien decide que la consulta no se puede hacer, es él quien echa a la papelera nuestra oferta de acuerdo, es él quien, pudiendo hacer lo contrario, niega a la sociedad vasca el derecho a opinar, pero que tenga claro que nada de eso se le va a olvidar a cada ciudadano de este país".

Tras recordar que ahora será el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el que deba resolver el recurso que en próximos días interpondrán los partidos impulsores de la consulta popular, el presidente de Eusko Alkartasuna Ziarreta destaca que la iniciativa del tripartito ha obligado tanto al Gobierno español como al Tribunal Constitucional a reconocer el origen político del conflicto y a dejar en evidencia que lo que hay en el fondo del problema es un choque de soberanías entre Euskadi y España, entre la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca y el temor cerval del Estado español a cualquier iniciativa que pueda cuestionar el status quo actual, un temor que nace de su propia debilidad".

Fuente: Eusko Alkartasuna

"El proceso no termina con la decisión del Constitucional"


El País.- El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha asegurado hoy sobre la declaración de inconstitucionalidad de la ley de consulta que "acatamos" la sentencia, "pero no nos resignamos". Ibarretxe ha dicho que la sentencia es un desprecio al Gobierno vasco y el "seguimiento de un guión cuya primera página escribió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero". A juicio de Ibarretxe la sentencia se ha dictado "anteponiendo la razón política a la jurídica".
Ibarretxe, después de reunir a su Consejo de Gobierno con carácter extraordinario en el Palacio de Ajuria Enea, ha comparecido acompañado de los miembros de su Gobierno para señalar que esta decisión es "algo más que un ataque al autogobierno vasco, que ya había declarado suspendido cuando el Gobierno impugnó el 15 de julio la ley ahora suspendida por el TC". "No permitamos que ahora se nos niegue también el derecho a recurrir aquello que acatamos pero con lo que no estamos de acuerdo por considerarlo un atropello democrático", ha insistido.

Recurso en Estrasburgo

A juicio del lehendakari se trata de una actuación "incompatible con una sociedad democrática". Ibarretxe reiteró el llamamiento a los partidos y ciudadanos a acudir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo porque considera que el Tribunal "ha vulnerado la libertad de pensamiento y expresión y el derecho a la participación política" de los vascos.

Sin embargo, ha rectificado su intención inicial anunciada el 1 de septiembre de presentar el martes la demanda a título particular ante este tribunal europeo y ha fijado el 23 de septiembre como fecha en la que él y los miembros de su gobierno firmarán sus denuncias y su adhesión a la demanda de los partidos del tripartito.

Azcárraga: "El proceso no acaba"

Anteriormente, el consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, se ha mostrado muy crítico con la decisión del Constitucional. Azkarraga ha asegurado en declaraciones a la Cadena Ser, que "el proceso no termina con la decisión del Constitucional ni del tribunal de derechos humanos de Estrasburgo".

Azkarraga, que ha abogado por cambiar la Constitución "para que los vascos pudieran pronunciarse sobre un problema que les afecta", ha dicho que es bueno que en "Europa quede patente que hay un déficit democrático". Insistiendo en las tesis del lehendakari, el responsable de Justicia cree que el proceso de consulta "es un problema político que se tiene que decidir políticamente" y avisa de que "el futuro político puede quedar de nuevo en manos de Zapatero y ETA".

11 de septiembre de 2008

LIZARRA GARAZI


El 12 de septiembre se cumplirán diez años de la firma del acuerdo de Lizarra Garazi, que constituyó un importante momento histórico para el nacionalismo vasco en su conjunto, porque con la puesta en marcha de esta herramienta política, se estuvo muy cerca, de lograr consolidar los objetivos soberanos y el derecho a decidir del Pueblo Vasco.

La propuesta, se basaba en el método llevado adelante para resolver el conflicto Irlandés, y constituía una vía de diálogo, a la cual, se sumaba la tregua indefinida de ETA.
Quienes allí confluyeron, tenían muy en claro, que el conflicto vasco era de naturaleza política y su resolución sólo sería posible por la misma vía, como así también, que los implicados en el mismo eran: la nación vasca y los estados francés y español. En este sentido, quedaba descartada la devaluada tesis del presidente Aznar, quién cuando se refería al problema vasco, lo caracterizaba como un simple problema policial.

Se ha instalado la falsa hipótesis de que Lizarra Garazi ha constituido un rotundo fracasado, y si bien, no se llegó a buen puerto, todo lo que vino después, no fue mejor, como por ejemplo: el cierre de periódicos, la aplicación de la ley de partidos, los juicios de la Audiencia Nacional, la duplicación de las penas de los presos vascos, la ley de símbolos, la tortura, la negación a dialogar, el avance de nacionalismo español, cuyo único fin, ha sido impedir que el Pueblo Vasco pueda ejercer su derecho a decidir.

Lizarra Garazi, constituye un antes y un después en la forma de afrontar el conflicto vasco. En este sentido, su legado servirá para implementar nuevas formulas con el propósito de lograr el reconocimiento de Euskal Herria como sujeto político, más allá de reconocer las realidades políticas, sociales y administrativas de Hegoalde e Iparralde. En esta dirección, todos los partidos nacionalistas, los agentes sociales, los sindicatos, y los representantes de la cultural, tienen la obligación reflexionar sobre los caminos transitados desde la transición, y desechar todas las recetas violentas y la inoperante fragmentación del campo abertzale, que sólo beneficia al nacionalismo constitucional español.

Ha llegado el momento para que Euskal Herria, con la participación de todos y todas, y ejerciendo el derecho a decidir, se pueda determinar que marco político- jurídico se quiere quieren instaurar de cara al futuro. Hay que dar comienzo a un proceso de participación política sin exclusiones, para que los vascos, puedan vivir en un país, donde se respeten los derechos humanos, civiles, políticos y sociales. En tal sentido, para lograr estos objetivos hay que refundar un espacio político con fuerza y compromiso, y para que ello sea posible Lizarra Garazi se convierte en una referencia insoslayable.

Prof. César Arrondo

7 de septiembre de 2008

Peio Irujo


Tras una larga enfermedad, el dirigente vasco y miembro fundador de EA en Navarra, Peio Irujo falleció en el día de hoy.
Peio Irujo era sobrino de Manuel de Irujo, ministro nacionalista en el Gobierno de la República, y padre del europarlamentario de EA Mikel Irujo.
El entierro tendrá lugar mañana, a las 12:30 del mediodía en Lizarra, mientras que el funeral se celebrará en Gorraitz (Navarra), a las 19:30 de la tarde.

Entrevista a Unai Ziarreta: "No va a haber consulta porque no ha habido masa crítica en el tripartito "


El País.- Unai Ziarreta. Se aupó a la presidencia de EA en diciembre de 2007, tras haber ganado desde la secretaría general a su antecesora, Begoña Errazti, la batalla por la ruptura de la coalición con el PNV. Nacido en 1970 en Mungia, donde inició su carrera pública como concejal, es abogado y parlamentario en la Cámara vasca.

El presidente de EA, Unai Ziarreta, ha asumido ya que no habrá consulta y aborda el curso político con la decepción de que en el tripartito no haya habido "masa crítica" para ir más allá en la respuesta a la suspensión y forzar que se celebre.

Pregunta. Al final, da la impresión de que, con las demandas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la montaña ha parido un ratón. Todo el mundo las ve inviables.

Respuesta. Nosotros creemos que tienen recorrido y esperemos un pronunciamiento favorable. Lo que queremos es llevar el debate a Europa, y eso ya está conseguido.

P. ¿Cuántas adhesiones a la demanda piensan enviar?

R. Pueden ser unas 50.000.

P. ¿Por qué han descartado incluso las manifestaciones?

R. Los partidos no hemos hablado en términos de descartar, sino de que hay que tomar la temperatura a la sociedad sobre la conveniencia o no de movilización social.

P. ¿EA queda satisfecha con esta respuesta tan limitada?

R. Nosotros hemos defendido tensionar más y hacer la consulta. Estamos convencidos de que hay que cambiar de planteamiento estratégico para romper la dinámica propuesta-portazo con Madrid.

P. ¿Qué les ha hecho conformarse finalmente?

R. La actitud del resto del tripartito. Habríamos querido más implicación. Al final nos hemos quedado solos defendiendo esa posición, y eso nos ha hecho ver que la consulta no se va a hacer porque no hay masa crítica ni fortaleza para dar ese salto cualitativo, y que había que buscar otras alternativas.

P. Visto lo limitado de las posibilidades de reacción, ¿no habría sido más efectivo y menos frustrante mantener el plan B inicial de disolver el Parlamento y convocar elecciones?

R. No, creo que hubiera sido un fraude. Nosotros ya le dijimos al lehendakari en febrero que no veíamos el adelanto electoral. Tenemos compromisos que cumplir y creo que es un acierto hacer las elecciones en su momento. Estamos en un esquema diseñado hace muchos años y hay que finalizarlo.

P. ¿No va a generar en su electorado frustración el que la única respuesta sea una demanda de futuro incierto?

R. La frustración se genera en la sociedad en general, pero por el hecho de que, hagamos lo que hagamos, choquemos con un frontón en Madrid. Eso es lo que frustra a una ciudadanía vasca que es mayoritariamente nacionalista y abertzale.

P. En 2005 sufrieron ustedes un varapalo electoral después de una situación semejante. ¿No teme que se repita e incluso que la sociedad opte por un relevo en el liderazgo del país?

R. Repetir el esquema habría sido convocar elecciones ahora. Habría sido un error, porque no estaríamos ofreciendo nada. Tenemos que llegar hasta el final y terminar de la mejor manera posible los proyectos que están en el Parlamento, mientras esperamos a ver qué dice Europa.

P. El Tribunal de Estrasburgo probablemente no dirá nada antes de las elecciones.

R. O sí. Imagine que hay una resolución condenando al Estado por vulneración de la Convención Europea. Eso es importantísimo, políticamente inasumible para el Estado español y políticamente inaceptable en la Unión Europea.

P. Los expertos dicen que el convenio no menciona el derecho de consulta, sino las elecciones libres, y éstas existen.

R. Hay sentencias que incardinan el derecho de consulta en la función de gobernar. Si se elimina la primera, se vulnera la segunda.

P. ¿Este repliegue no les inhabilita para aspirar al electorado de la izquierda abertzale?

R. Es que no hay repliegue. Nostros mantenemos la posición. Si hoy no se puede llevar a cabo la consulta no es porque EA haya dicho que hay que aceptar la decisión del Constitucional, sino porque no ha habido masa crítica para seguir adelante. Pero este proceso es imparable, aunque tenga sus lapsos en el tiempo, porque estamos en un choque de soberanías entre el pueblo vasco y el Estado español.

P. ¿El problema de la masa crítica no es que el peso del nacionalismo haya bajado en su conjunto del 68% al 54% en veinte años?

R. La sociedad vasca es mayoritariamente nacionalista. Otra cosa es que haya gente que no vaya a votar, y la responsable principal de eso es ETA, que está impidiendo articular esa masa soberanista y demostrar su fortaleza ante el Estado con un cambio en profundidad.

P. ¿Ve al PNV queriendo pasar página, o nadando y guardando la ropa?

R. Espero que juegue con lealtad, aunque estoy perplejo de que negocie presupuestos y sillones en el Consejo del Poder Judicial con el mismo Partido Socialista con el que aquí soportamos una tensión tremenda y con el mismo que llama visionario al lehendakari.

P. Urkullu y usted han tenido un agrio intercambio este verano. ¿Qué ha pasado?

R. Nada. Lo importante es que llevando el tema a Europa sacamos el debate de la consulta del cortoplacismo de decir unos que hay que hacerla, pese a quien pese, y otros que hay que acatar la legalidad pase lo que pase. Lo importante es que hemos situado el derecho a decidir en el centro del debate.

P. ¿Eso es lo que obtiene el país de todo este viaje?

R. El viaje no acaba la semana que viene ni el 25 de octubre. Se emprendió hace muchos años y sigue adelante. Sólo terminará cuando este pueblo ejerza el derecho a decidir.

P. ¿Ve más bien probable o más bien improbable repetir la coalición PNV-EA?

R. Se verán las circunstancias en el momento de las elecciones. Quizá hay cosas que ahora no se nos ocurren y pueden surgir más adelante.

P. ¿Cree que Ibarretxe será el candidato de nuevo?

R. Me cuesta creer que pueda haber otra persona en el PNV que no sea él para encarnar ese papel. Está muy bien valorado en sus bases, es el candidato natural.

P. Pero es de suponer que él exigirá la coalición para serlo.

R. No lo sé, ni yo se lo he preguntado ni él me lo ha dicho.

6 de septiembre de 2008

EA invita a Ezker Abertzalea a buscar juntos la independencia sin violencia


Gara.- El secretario de Política Institucional de Eusko Alkartasuna, Rafael Larreina, rechazó ayer las palabras de portavoces de Ezker Abertzalea que a su entender ponían en duda la voluntad de EA de superar el actual marco jurídico-político hasta llegar a la independencia de Euskal Herria.

Larreina salió así al paso de las críticas de Nekane Erauskin e Itziar Basteirrika a EA y al conjunto del tripartito por la gestión de la convocatoria de la consulta. Aseguró que «en Eusko Alkartasuna mantenemos intacta nuestra disposición a seguir adelante con esta u otras iniciativas y a pasar incluso por encima de las prohibiciones del Estado hasta obligarle democráticamente a reconocer el derecho de la sociedad vasca a decidir su futuro».

Las parlamentarias de Ezker Abertzalea apenas mencionaron a EA en la rueda de prensa de la víspera y la única referencia fue la pregunta de «dónde han quedado las reiterativas llamadas que hacía EA a la insumisión».

En su repuesta, Larreina subraya que independencia y violencia son incompatibles y que esa meta sólo será posible por vías pacíficas y democráticas, pero afirma que «ese camino no lo podemos recorrer solos los hombres y mujeres de Eusko Alkartasuna; hace falta la implicación de todas las fuerzas soberanistas y la adhesión de la mayoría de la sociedad»

En este sentido, el dirigente de EA indica a Ezker Abertzalea que son ETA y la violencia los principales obstáculos para poner en marcha ese movimiento sin retorno hacia la independencia e insta a la izquierda abertzale a aclarar si está dispuesta a trabajar por ese objetivo desde el rechazo de la violencia y la asunción de vías exclusivamente pacíficas y democráticas.

Según Larreina, «sólo así nos podremos encontrar en ese camino, pero lo que no se puede hacer es criticar desde la barrera lo que otros intentamos; lo que tiene que hacer EHAK es saltar definitivamente a la arena de la política para buscar con las demás fuerzas soberanistas la adhesión de la mayoría de la sociedad hasta conseguir que ni el Estado español ni la comunidad internacional puedan seguir cerrando los ojos ante nuestras demandas legítimas».

3 de septiembre de 2008

Ziarreta: "Estamos llegando a un límite en el que el marco estatutario y jurídico actúa como un corsé que nos impide desarrollarnos”

El Presidente de EA, Unai Ziarreta, ha asegurado que en lo referente al autogobierno "se ha llegado a un tope" que requerirá un "salto cualitativo" y un "debate ineludible" en formaciones como EA, PNV, EB, Aralar y Batasuna, y ha propuesto recurrir a ejemplos como "Letonia, Estonia, Lituania o Escocia". Además, ha aclarado que la celebración de la consulta "queda descartada" por parte de su partido, si el Tribunal Constitucional la prohíbe, aunque advierte de que "este proceso no se quedará aquí". "Este proceso finalizará cuando la sociedad vasca decida y sea consultada", ha apostillado.
En una entrevista concedida a Punto Radio Ziarreta ha recordado que su formación "lleva muchos años intentando avanzar, intentando progresar, haciendo propuestas al Gobierno de Madrid" y la respuesta del Ejecutivo central "ha sido siempre la negativa".
"Estamos llegando a un límite en el que el marco estatutario y jurídico actúa como un corsé que nos impide desarrollarnos y dotarnos de los instrumentos para hacer frente a los retos que tenemos por delante", ha señalado.
A su juicio, actuaciones "aberrantes" como la negativa de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, a transferir la materia de I+D al País Vasco constituyen "una muestra más de que estamos llegando a un tope, a un frontón y a un muro". Para Ziarreta, es preciso "un salto cualitativo, un debate ineludible" al respecto, en el que deberán participar, "antes que tarde", formaciones como PNV, EB, Aralar o Batasuna.
"En un futuro no demasiado lejano este pueblo, y los hombres y las mujeres que vivimos aquí, nos vamos a tener que plantear muy seriamente qué es lo que podemos hacer para seguir progresando en nuestro autogobierno, porque el PP y el PSOE, cuando se trata de hacer referencia a la llamada cuestión vasca, hacen causa común", indicó.
Insistió en que, el panorama político actual es "como un frontón" en el que determinadas formaciones vascas "hacen oferta y vienen rechazadas". "Oferta, rechazo. Oferta, rechazo. Creo que la sociedad vasca no se merece eso y todas las formaciones políticas vamos a tener que hacer una reflexión muy seria en torno a esta cuestión", enfatizó.
Recordó que, hasta la fecha, su partido ha cumplido "el marco legal establecido", pero dijo que "se ha llegado al tope, al límite" al no existir "capacidad de desarrollo y progresión en un marco estatutario agotado".
"Por eso, creo que tendríamos que acudir a ejemplos que se han dado fuera de nuestro ámbito territorial, por ejemplo en Estonia, Letonia, Lituania o lo que va a suceder en Escocia próximamente", explicó.
Ante una eventual oposición del Tribunal Constitucional a que se celebre la consulta prevista por el Gobierno tripartito, EA prevé acudir al Consejo de Europa y al Parlamento de la UE para "poner de relieve el nulo perfil y talante democrático de José Luis Rodríguez Zapatero". Además, se sumará a las iniciativas que el tripartito emprenderá en el ámbito jurídico.

Fuente: Eusko Alkartasuna/EP

1 de septiembre de 2008

INICIO DE CURSO POLÍTICO DE EUSKO ALKARTASUNA EN ZARAUTZ


Hitzaldi hau hasi nahi dut azpimarratuz zergatik jaio zen gure alderdia, Eusko Alkartasuna, orain direla 20 urte baino gehiago.
Ezin dugu inoiz ahaztu zergatik gauden gaur, hemen, Zarautzen, kurtso politikoren hasiera honetan, zergatik Eusko Alkartasuna osatzen dugun gizon eta emakumeek daramatzagun hogei urte baina gehiago Euskal Herriko herri eta hiri guztietan lanean, udaletan, batzar nagusietan, diputazioetan, Gasteiz eta Iruñako legebiltzarretan.
Eusko Alkartasuna gure Euskalherria bere nortasunerantz eroateko jaio zen, gure herriaren askatasuna eta independentzia lortzeko jaio zen, Europan estatu propio bat sortzeko jaio ginen, ambiguetatearen gainetik, autonismoaren apostua gainditzeko, eta beti beharrezkoa den pragmatismoa eta soberanismoa edo burujabetza elkar lotzeko. Gu ez ginen jaio euskaldunok Espainian lasai bizitzeko, ez eta Espainia liluratzeko edo limurtzeko.
Eusko Alkartasuna autonomismoa gainditzeko jaio zan, eta existitzen ez zuen bide bat ireki genuen, gure herriaren independentziarantz doan bide bat, bortzakeriarik gabe eta giza eskubide guztiak beti errezpetatuz.
Euskal Herriaz mintzatzen ari naiz, gure herria, zazpi lurraldez osaturiko herria, Bidasoan, edo Aralarren edo Olazagutian amaitzen ez den herria da.
Gure helburua ez da Iparraldearekin mugen arteko lankidetza bat sortzea, edo
Nafarroarekin harreman berezi bat edukitzea. Gure helburua Europar Batasunean zazpi lurraldeak osatzen duten estatu propio sortzea da, Espainia, Frantzia, Italia edo Alemaniak dituzten eskumen eta eskubide berberekin.
Orain bizi dugun ingurugiro sozial eta politikoan, gutxika gutxika, Euskal Herriaren lurralde zatiketa nolabaiteko normaltasunez onartzen da, baita bere burua abertzaletzat daukaten alderdien artean. Alderdi batzuentzako etorkizuna finkatzerakoan mugak Euskal Erkidego Automoan amaitzen dira, Nafarroa edota Iparraldea errealitate inkonexoak eta bananduak bezala ikusiz.
Arrixku hori hor dago, eta adi egon behar gara.
Noski, ezin ditugu begiak itxi eta plandeamendu ezinezkoak edo irrealak egin.
Euskal Herria zazpi lurraldez osaturiko herriaren idea baztertzea bezain ezkorra iruditzen zait gure herriaren lurralde banaketaren kontzientzia ez edukitzea. Baina hori horrela izanda, eta beharrezkoa bada ere, erritmo ezberdinen eraikuntza nazional bat onartuz, gure jarrera politikoa beti gure herri kontzeptzioaz jantzita egon behar du. Tokian tokikoa eta Nazionala elkarlotzeko gaitasuna izan behar dugu.
Herriz-herri lan egin behar dugu, baina beti gure Herriaren osotasuna begibiztaz galdu barik. Hori ez badugu egiten, erabakiak hartzerakoan, perspektiba orokorra galtzen badugu eta lurralde bakoitzak bere kabuz erabakiak hartzen baditu, beste lurraldeak kontuan hartu barik, galdu egingo dugu Herri bezala ditugun erronkei erantzun aproposa emateko gaitasuna, ahaleginak eta kostuak bikoiztuz edo hirukoiztuz.

He querido empezar por recordar lo que somos, por qué y para qué estamos aquí, porque en la vida tan importante como saber a dónde vas es saber de dónde vienes.
De lo contrario es fácil equivocar el camino y desviarse de la meta establecida en un principio.
Nuestro partido nació de la superación del autonomismo acomodado para llegar a la independencia y ahora, cuando echamos la vista atrás y vemos el camino recorrido, podemos decir con voz clara y bien alto que el esfuerzo ha merecido la pena.
El debate político hoy en Euskadi se centra en el derecho a decidir de la sociedad vasca y en la necesidad de dar la palabra a la ciudadanía mediante la convocatoria de una consulta popular.
Hemos sido nosotros los que en cada acuerdo de gobierno, en cada acuerdo de coalición, hemos planteado condiciones para dar pasos concretos y efectivos hacia la superación del actual marco estatutario, que se nos ha quedado pequeño y cada vez nos aprieta más.
Si hoy hemos entrado en una etapa de ilusión es porque Eusko Alkartasuna exigió hace cuatro años un compromiso firme para que antes de que acabara esta legislatura el Gobierno Vasco llevara al Parlamento una ley de consulta.
Hemos cumplido nuestra palabra. El Parlamento Vasco aprobó en junio la convocatoria de la consulta popular, para que la sociedad vasca marque los criterios, los principios a seguir por todos los partidos políticos para desbloquear la actual situación y resolver de una vez por todas el conflicto político.
Lo hemos dicho mil veces y lo diremos otras mil si hace falta. Dar la palabra a la ciudadanía, dar a cada ciudadano de este país la oportunidad de opinar nunca puede ser ilegal en una democracia si de verdad es una democracia. Ni va contra la Constitución, ni contra nada, ni contra nadie. Consultar a la sociedad va a favor de la democracia, va a favor de la sociedad misma.
No nos podemos dejar engañar. La iniciativa del Gobierno vasco, aprobada por el Parlamento, es perfectamente legal y sólo la falta de voluntad política de Zapatero puede echarla atrás. El presidente español se ha quitado definitivamente la mascara.
Hasta ahora sabíamos que el PSOE y su Gobierno nos negaban que tuviéramos derecho a decidir nuestro futuro; ahora es todavía más grave porque también sabemos que nos niegan incluso el derecho a opinar.
España opina por nosotros; España decide por nosotros. Pues nosotros decimos que no. Ni España puede opinar por nosotros, ni España va a decidir por nosotros. Por mucho que se empeñe Zapatero, por mucho que se empeñen el PSOE y el PP, por mucho que les ayude el Tribunal Constitucional, hemos iniciado un camino que no tiene marcha atrás.
Salvador Allende, el presidente chileno, en su último mensaje al pueblo chileno antes del golpe de Estado, en el palacio de la Moneda, en 1973 dijo unos palabras que se pueden extrapolar a la situación de nuestro pueblo, cuando dijo "Tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de personas no podrá ser segada definitivamente.
Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos políticos y sociales con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos".
No pretendo hacer ningún paralelismo porque es evidente que el Chile de 1973 nada tiene que ver con la Euskal Herria de 2008. La situación no es comparable pero, como dijo Allende, también Zapatero debe saber hoy que ninguna prohibición de la consulta, por parte del Constitucional o de quien sea, va a frenar este movimiento hacia el reconocimiento del derecho a decidir de la sociedad vasca.
Hablo de prohibición porque estoy seguro de que ninguno de los que hoy estamos aquí tenemos ni un gramo de confianza en que el Tribunal Constitucional español vaya a desautorizar al Gobierno español diciendo que la consulta popular del 25 de octubre es perfectamente legal.
Es lo que tiene jugar en campo rival y con el árbitro comprado. Que la derrota es segura. Aquí pasa algo parecido. El principio democrático de la división de poderes es poco menos que una ilusión en el Estado español, y el Tribunal Constitucional va a hacer exactamente lo que Zapatero quiere que haga. Es decir, va a prohibir la consulta por inconstitucional, porque España es una, porque la soberanía sólo es del pueblo español, porque no existe más nación que la española, y demás argumentos que ya conocemos todos.
Lo hemos intentado. ¡Vaya si lo hemos intentado! Venimos haciéndolo desde el año 2004, cuando el Parlamento Vasco aprobó por mayoría absoluta el Nuevo Estatuto Político.
Le tendimos la mano al Gobierno español para llegar a un acuerdo de convivencia y la respuesta fue un portazo en el Congreso de los Diputados.
Nunca Zapatero y Rajoy han estado tan unidos como aquel día.
Volvimos a intentarlo después del fin de la tregua de ETA. Fuimos leales y apoyamos el intento de negociación del Gobierno con los terroristas. Lo tuvimos que hacer desde fuera, porque no nos dejaron participar en el proceso. Pero lo apoyamos y lo respetamos. Por lealtad y por responsabilidad con nuestro pueblo. El intento, sin embargo, y por desgracia, acabó en fracaso.
El de ahora va a ser el siguiente portazo, el tercero ya. Es hora de que aprendamos la lección de una vez. Es hora de que nos desengañemos de una vez por todas. La legalidad española, la Constitución, el marco estatutario se han convertido en un corsé demasiado pequeño para la sociedad vasca. Son un corsé que nos aprieta, nos ahoga y nos limita nuestro desarrollo.
Una prueba flagrante de esto que os estoy diciendo la hemos tenido hace muy poco tiempo, este mismo verano. En un momento histórico en el que hacernos sitio en el mundo globalizado depende fundamentalmente de que tengamos capacidad en materia de innovación y desarrollo y de que seamos nosotros mismos los que gestionemos directamente esas competencias, tal y como establece el Estatuto de Gernika, la ministra española de Ciencia y Tecnología tiene la desfachatez de venir a Euskadi a decirnos que no, que, diga lo que diga el Estatuto de Gernika, el Gobierno español no va a transferir esas competencias a la sociedad vasca.
Zapatero y su Gobierno incumplen la ley, su propia ley, para limitar el desarrollo económico y social de Euskadi. Los mismos que enarbolan la bandera de la legalidad para impedir que demos la palabra a la ciudadanía vasca son los que violan esa misma legalidad para impedir que los vascos nos dotemos de los instrumentos necesarios para crecer económicamente y para disfrutar de niveles cada vez más altos de bienestar.
Cuando se trata de Euskadi, Zapatero sólo sabe conjugar dos verbos: impedir y prohibir.
Tenemos que desengañarnos; hemos cumplido las reglas, durante todos estos años, hemos buscado el acuerdo, desde la buena fe, con el Gobierno español para construir un nuevo marco democrático que reconozca la capacidad de decisión de la sociedad vasca, que nuestra voluntad no se termina en Madrid.
Tenemos que desengañarnos: lo hemos intentado pero nada ha sido posible.
Y es imposible porque, por mucho que discrepen en otras cuestiones, cuando tocan el llamado problema vasco el PSOE y el PP van siempre de la mano.
Son un muro. Un frontón. Entonces sacan a pasear su Constitución y su soberanía nacional y nos dan con ella en la cabeza: "nada es posible fuera de la Constitución", nos dicen. Como si fueran las Tablas de la Ley, como si la Constitución fuera un dogma de fe, como si plantear el cambio fuera una herejía y quienes reivindicamos otro marco de relaciones mereciéramos poco menos que la hoguera.
Tenemos que desengañarnos, tenemos que empezar a plantearnos la necesidad de cambiar de estrategia ¿Es que alguien piensa que el movimiento de las ikastolas, por poner un ejemplo, se hubiera llevado adelante si nos hubiéramos limitado a acatar la legalidad? ¿Es que alguien cree que hubiéramos acabado con el servicio militar obligatorio en el ejercito español si alcaldes como nuestro Imanol Murua se hubieran limitado a cumplir la legalidad y facilitar al ejercito la lista de nuestros jóvenes en edad de ir a la mili?
Es como dar vueltas sin parar al mismo círculo. Nosotros proponemos el cambio y ofrecemos un acuerdo y desde Madrid dicen no; volvemos a ofrecer un acuerdo y nos vuelven a decir que no… Oferta y portazo, oferta y portazo, y así hasta el infinito, en el atasco permanente.
Es el momento de cambiar de estrategia. La sociedad vasca no se merece, no nos merecemos, esta situación de bloqueo infinito. Ésta es la principal reflexión que quiero trasladar hoy aquí. Iniciamos un nuevo curso político y corremos el riesgo de repetir hasta el hartazgo esquemas que ya han demostrado estar agotados.
Quizá en este momento, a día de hoy, aún no sea posible ese salto, un paso que desde Eusko Alkartasuna vemos ineludible, un paso que habremos de abordar, como lo han hecho países como Estonia, Letonia, Lituania, recientemente Montenegro, y que preparan pueblos como el escocés.
Y digo que quizá aún no sea posible ese salto porque vemos como otras formaciones políticas, o bien por indefinición o bien por una ambigüedad calculada en sus objetivos políticos, aún no se muestran partidarias de dar un paso más, y solo ofrecen resignación ante la más que probable prohibición de la consulta.
Desde Eusko Alkartasuna nos negamos a ofrecer resignación como única alternativa. Nosotros creemos que no podemos permanecer quietos ante el nuevo atropello que se va a cometer. Deberemos de acudir a donde haga falta, empezando por Europa, al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa, a donde acudiremos como miembros de la Alianza Libre Europea, con compañeros como el Scottish National Party, para dar cuenta de la escasa calidad democrática del Estado Español, con su presidente a la cabeza, Rodríguez Zapatero. La nula calidad democrática de un gobierno que niega a los ciudadanos la posibilidad de emitir su opinión sobre cuestiones fundamentales para el pueblo vasco, pero que luego no duda en tratar de estas mismas cuestiones con ETA.
Para Eusko Alkartasuna una decisión contraria del Tribunal Constitucional no va a suponer el final del proceso, puesto que más pronto o más tarde, la sociedad vasca se pronunciará sobre su futuro.
Y el acuerdo tenemos que forzarlo nosotros; quienes creemos que Euskal Herria es una nación, quienes aspiramos a construir un Estado vasco en Europa somos los que tenemos que obligar al Gobierno español a que no tenga más remedio que aceptar la realidad, la realidad de un pueblo que quiere decidir su futuro.
Sólo hay una manera de lograr eso, de hacer ver al Gobierno de Zapatero que la única salida es el acuerdo.
Sólo hay una manera: la adhesión mayoritaria de la sociedad vasca a un proyecto soberanista sin complejos, a un proyecto que reivindique un Estado propio como única manera de garantizar mayores niveles de bienestar para cada ciudadano y ciudadana de este país.
Para poder fijar una cuantía digna para las pensiones de viudedad y no tener que andar complementando las pensiones ridículas que aprueban en Madrid.
Para poder dirigir nuestras propias políticas en materia de I+D, algo básico para afrontar con éxito los retos que nos plantea la globalización.
Para poder tener voz propia y defender nuestros intereses sin intermediarios en los órganos de la Unión Europea.
Para poder gestionar todos nuestros recursos, también los que hoy enviamos a Madrid vía Cupo y ya no regresan. En definitiva, soberanía para vivir mejor.
Independencia para vivir mejor.
Nuestro reto, el reto de Eusko Alkartasuna, es impulsar la articulación de ese movimiento político y social por la soberanía de Euskal Herria que acabe por desbordar un marco estatutario que ya está agotado y que conduzca a un nuevo marco de relaciones con el Estado español basado en el reconocimiento de que los vascos sólo seremos lo que nosotros queramos ser.
En Eusko Alkartasuna debemos estar dispuestos a arriesgar y a trabajar en esa línea, a abrir camino, a desbrozar y a quitar la maleza para facilitar que otros –partidos, sindicatos…– puedan acompañarnos. Como hemos hecho siempre.
Pero siempre también teniendo muy claro que ese camino, ese movimiento soberanista, sólo será posible y sólo tendrá éxito si sigue exclusivamente vías pacíficas y democráticas. Violencia e independencia son incompatibles.
La independencia de Euskal Herria sólo llegará por vías pacíficas, desde la adhesión social voluntaria. Solamente desde el respeto más absoluto y la defensa radical de todos los derechos humanos tendrá recorrido la reivindicación del soberanismo.
La política sólo tiene sentido partiendo de esa premisa, del respeto y la defensa de todos los derechos. Ése es el principio del camino hacia la independencia pero sin ese compromiso ético de partida, claro y firme, nada será posible.
A quienes se permiten el lujo de cuestionar nuestro compromiso abertzale y de preguntarnos hasta dónde estamos dispuestos a llegar para la superación del actual marco estatutario sólo les digo una cosa: vamos a llegar hasta el final del camino y vamos a hacerlo por vías exclusivamente pacíficas y democráticas.
A quienes son incapaces de denunciar el asesinato, el chantaje, la extorsión, la amenaza ni los necesitamos ni los queremos en ese camino. No tenemos nada que hacer con ellos.
Ésa es la reflexión que tiene pendiente la izquierda abertzale. Que hagan examen de conciencia y analicen a dónde les está llevando ETA con su locura asesina.
Se han convertido en los mejores aliados del PSOE y del PP, en el principal obstáculo para dar forma a un movimiento soberanista que se convierta en punta de lanza de todo el nacionalismo vasco.
Si en la izquierda abertzale todavía queda algún ingenuo que cree que ETA va a obligar al Gobierno español a aceptar no sé qué tipo de acuerdo es que vive en la irrealidad más absoluta.
Ese esquema sólo lleva a perpetuar el dolor y la negación de los derechos nacionales de Euskal Herria.
Lo repito: violencia e independencia son incompatibles. Sólo desde la desaparición definitiva de la violencia será posible dar pasos reales hacia la independencia.
Sólo a partir de ese convencimiento nos podremos encontrar en el camino todos los abertzales soberanistas y será posible articular un movimiento independentista sin marcha atrás. Ése es el gran miedo del PSOE y del PP.
Ése es el reto y el compromiso que asumimos los hombres y mujeres de Eusko Alkartasuna.
Unai Ziarreta Bilbao – Presidente de Eusko Alkartasuna Zarautz, 2008-08-28