SOLIDARIDAD CON JOSU LARIZ
Los integrantes del Alkartetxe de Eusko Alkartasuna de la República Argentina, reunidos con el propósito de conmemorar el 194 aniversario de la instauración de la Primera Junta de Gobierno Soberana en las Provincias Unidas del Río de la Plata, hemos aprovechado la oportunidad para pasar revista a la situación actual en Euskalherria. En este sentido, se ha analizado la situación del ciudadano vasco Josu Lariz Iriondo deportado desde el Uruguay hacia la Argentina, en una situación muy poco clara desde el punto de vista de la aplicación del derecho, lo cual ha traído como consecuencia que él mismo fuera detenido a su llegada a nuestro país ante el requerimiento del Estado español.
Luego de un intercambio de opiniones sobre el tema los miembros presentes del Alkartetxe argentino de Eusko Alkartasuna en forma unánime:
DECLARAMOS
1)Nuestro más enérgico repudio al pedido de extradición del ciudadano vasco Josu Lariz Iriondo por parte del Estado español.-
2)Nuestra solidaridad con el ciudadano vasco Josu Lariz Iriondo, sus familiares y amigos.-
3)Nuestra solicitud al Gobierno de la Nación Argentina para que conceda al ciudadano vasco Josu Lariz Iriondo el beneficio del “asilo político” en nuestra Patria Argentina.-
Mikel Ezkerro
Presidente
César Arrondo
Secretario General
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29 de mayo de 2004
25 de mayo de 2004
BURGOS II PARA JOSU LARIZ IRIONDO
En el mes de diciembre de 1970 tuvo lugar en España el “Proceso de Burgos”, en el cual un Tribunal militar juzgó a miembros de la resistencia vasca acusados de la muerte del Comisario Melitón Manzanas, conocido torturador de Gipuzkoa durante la dictadura franquista.
El sumario 31/69 constaba de unas 5000 páginas y en ellas se acusaba a unas 16 personas ya detenidas y otras en el exilio de pertenecer a ETA. Entre los acusados se encontraban Xabier Izko, al que se lo inculpaba de ser el autor de la muerte de Melitón Manzanas y además: Teo Uriarte, Jokín Gorostidi, Xabier Larena, Unai Dorronsoro y Mario Onaindia como instigadores al asesinato, para todos ellos el Fiscal solicitaba la pena de muerte. En la jurisdicción militar no existía el recurso y las pruebas aportadas se aprobaban o rechazaban por decisión exclusiva del juez militar de instrucción. El Código Militar preveía que se entregase el sumario al abogado defensor sólo cuatro horas antes de antelación a la celebración del Consejo de Guerra. En definitiva, la defensa no tuvo la posibilidad de aportar pruebas. El 28 de diciembre se hicieron firmes las condenas, las cuales por la presión internacional fueron conmutadas por el dictador español el 31 de diciembre.
El 8 de junio de 2004 en la República Argentina será juzgado Josu Lariz Iriondo, un ciudadano vasco que luego de vivir en Uruguay durante muchos años, donde se radicó y formó su familia y además desarrolló su actividad profesional de cocinero en un restaurante, fue extraditado a la Argentina en una maniobra poco clara de la justicia uruguaya, país en el cual ha existido como tradición el “derecho de asilo”. Es ante el requerimiento del “Juez estrella” Baltasar Garzón y las presiones político-económicas de los intereses españoles en el vecino país que se a puesto fin a la aplicación de ese “principio ético”, que elevaba la consideración de un pueblo como el uruguayo, en la defensa de los derechos individuales y humanitarios.
El juicio aparentemente tendrá total sintonía con el juicio de Burgos, ya que el Juez argentino ha rechazado la aportación de pruebas fundamentales provenientes del Uruguay, como la negativa de la Justicia uruguaya al pedido de extradición, el informe sobre la tortura en el Estado español de Amnistía Internacional y la aportación de testigos por parte de la defensa, entre los cuales se encuentra el Premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
La dependencia económica de nuestros piases hace posible la ingerencia de intereses multinacionales que presionan para lograr influir sobre los poderes republicanos locales, en este caso sobre la Justicia.
Los cambios producidos en España no traerán nada positivo para el pueblo vasco y sus perseguidos, y como antecedente de lo antes dicho podemos citar la política del anterior gobierno socialista, donde los GAL fueron la repuesta estatal para intentar resolver el “conflicto vasco”.
Lo que más lamentamos como argentinos étnicamente vascos, es la pérdida del ejercicio de la Soberanía por parte de nuestras autoridades, donde se privilegia lo económico a la defensa de los Derechos Humanos. Por parte de España, sólo cabe rescatar la incapacidad manifiesta para dar solución al contencioso vasco, cuya naturaleza tiene una raíz política y su solución sólo será posible por medios políticos a partir de un diálogo generoso entre todos los involucrados en el contencioso.
Hoy Josu Lariz Iriondo en Argentina solamente se encuentra “arropado” por sus afectos, los amigos y la simpatía de quienes son consecuentes con la idea de que todo los pueblos tienen derecho a la autodeterminación.
Mucho nos agradaría que Josu Lariz Iriondo pudiera acceder al beneficio del “asilo” en nuestra Patria Argentina, la cual ya en 1940 cobijó a miles de vascos finalizada la guerra civil española. Las autoridades argentinas tiene la palabra, sólo se trata de ejercer el derecho a ser Soberanos, como lo hicieron un grupo de patriotas el 25 de mayo de 1810.
Prof. César Arrondo
República Argentina
1 de mayo de 2004
MANIFIESTO DE EUSKO ALKARTASUNA PARA EL PRIMERO DE MAYO
El primero de mayo es el día para manifestarse y exigir, en cualquier punto del planeta, la necesidad de dignificar las condiciones de trabajo y de vida. Desde mayo de 1889 las cosas han cambiado mucho. No obstante, los referentes de mejora de las condiciones de trabajo, la consecución del pleno empleo y que éste sea cada vez más estable y de más calidad, continúan siendo aún hoy cuando transitamos por el Siglo XXI, reivindicaciones absolutamente actuales. Por otra parte, esta reivindicación es común a todos los trabajadores y trabajadoras, independientemente del sector de producción o empresa en el que desempeñe su trabajo.
La temporalidad, moderación salarial y siniestralidad deterioran las condiciones laborales, situación que se ha ido consolidando coincidiendo con el ciclo de crecimiento económico, hecho que desde Eusko Alkartasuna queremos denunciar, porque constituye un exponente de la injusticia social. Incluso queremos hacer pensar sobre los efectos que tendrá esta precariedad laboral en las pensiones de las personas que trabajan de forma temporal, es decir en el futuro ocurrirá que estos trabajadores no habrán cotizado durante el periodo suficiente, o lo habrán hecho en relación a bajas retribuciones. Por tanto estamos ante un hecho que tiene proyección el futuro.
Esta situación se está agravando tomando como excusa la necesidad de reaccionar ante la deslocalización de empresas. Cada vez son más las empresas que toman la decisión de trasladar las fábricas y los puestos de trabajo a países del Este de Europa o a China, en busca de salarios más bajos, mercados laborales flexibles e impuestos reducidos, obsesionados por conseguir mayores beneficios para sus empresas. Para hacer frente a este hecho, se plantean recomendaciones orientados hacia la necesidad de disminuir costes y modernizar las estructuras empresariales para mantener la competitividad. Esto en la práctica se traduce en moderación salarial y mayor flexibilidad laboral, es decir más precariedad. Y no tiene en cuenta que el empleo es imprescindible tanto para el desarrollo económico como para el desarrollo social.
Para adoptar las medidas pertinentes que logren modificar y paliar esta situación, es necesario que las decisiones sean aprobadas desde los ámbitos más cercanos a la realidad, es decir, es importante que las instituciones vascas tengan las competencias necesarias para desarrollar políticas de empleo, formación y protección social. Además es imprescindible reconocer que en Euskal Herria existe una mayoría sindical diferenciada y una estructura patronal propia, en este sentido, la democracia participativa obliga a respetar esta realidad.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, las reivindicaciones de Eusko Alkartasuna se centran en los siguientes ejes de actuación:
- Instamos la necesidad de respetar el ámbito vasco decisión, para que las condiciones de trabajo se fijen en función de nuestra voluntad, es decir, requerimos la capacidad para definir nuestro propio marco de relaciones laborales y sistema de seguridad social, lo que se traduce en la capacidad legislativa plena en materia de empleo, formación y protección social.
- Reivindicamos la defensa de todos y cada uno de los derechos sociales, sobre todo el que hace referencia al trabajo digno, así como a la consecución del pleno empleo y que éste sea cada vez más estable, de más calidad, más seguro y esté mejor repartido.
- Entendemos que las políticas de empleo sirve para generar y repartir mejor la riqueza, por eso apostamos por la reordenación y reparto del tiempo de trabajo, y la reducción de la jornada laboral.
- Estimamos necesarias actuaciones dirigidas a ofrecer seguridad de los ingresos de los trabajadores tanto para el desarrollo económico como para el desarrollo social. Por ello, exigimos actuaciones dirigidas a la estabilidad en la contratación y a mantener el poder adquisitivo de los salarios, así como la necesidad de dignificar las prestaciones sociales. En este sentido, consideramos imprescindible la mejora sustancial de las pensiones contributivas y no contributivas, situándolas por encima del umbral de pobreza y damos prioridad a la elevación progresiva del Salario Mínimo Interprofesional hasta llegar al 60% de la renta media, evitando los salarios de pobreza y exclusión y consiguiendo que el trabajo llegue a ser garantía de bienestar y de integración social.
- Los derechos sociales y laborales son universales. Por eso, para garantizar la inserción social y laboral de los colectivos más vulnerables o de aquellos que se encuentran en riesgo de exclusión social, serán necesarias políticas de discriminación positiva. Estos derechos se deben garantizar independientemente de la procedencia del trabajador, porque todos somos ciudadanos de Euskal Herria, porque la salvaguarda y la defensa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores es igual sin distinción en todo el mundo.
Por todo ello, Eusko Alkartasuna apoyará todas las movilizaciones que coincidiendo con estos ejes de actuación se celebrarán en toda Euskal Herria.
El primero de mayo es el día para manifestarse y exigir, en cualquier punto del planeta, la necesidad de dignificar las condiciones de trabajo y de vida. Desde mayo de 1889 las cosas han cambiado mucho. No obstante, los referentes de mejora de las condiciones de trabajo, la consecución del pleno empleo y que éste sea cada vez más estable y de más calidad, continúan siendo aún hoy cuando transitamos por el Siglo XXI, reivindicaciones absolutamente actuales. Por otra parte, esta reivindicación es común a todos los trabajadores y trabajadoras, independientemente del sector de producción o empresa en el que desempeñe su trabajo.
La temporalidad, moderación salarial y siniestralidad deterioran las condiciones laborales, situación que se ha ido consolidando coincidiendo con el ciclo de crecimiento económico, hecho que desde Eusko Alkartasuna queremos denunciar, porque constituye un exponente de la injusticia social. Incluso queremos hacer pensar sobre los efectos que tendrá esta precariedad laboral en las pensiones de las personas que trabajan de forma temporal, es decir en el futuro ocurrirá que estos trabajadores no habrán cotizado durante el periodo suficiente, o lo habrán hecho en relación a bajas retribuciones. Por tanto estamos ante un hecho que tiene proyección el futuro.
Esta situación se está agravando tomando como excusa la necesidad de reaccionar ante la deslocalización de empresas. Cada vez son más las empresas que toman la decisión de trasladar las fábricas y los puestos de trabajo a países del Este de Europa o a China, en busca de salarios más bajos, mercados laborales flexibles e impuestos reducidos, obsesionados por conseguir mayores beneficios para sus empresas. Para hacer frente a este hecho, se plantean recomendaciones orientados hacia la necesidad de disminuir costes y modernizar las estructuras empresariales para mantener la competitividad. Esto en la práctica se traduce en moderación salarial y mayor flexibilidad laboral, es decir más precariedad. Y no tiene en cuenta que el empleo es imprescindible tanto para el desarrollo económico como para el desarrollo social.
Para adoptar las medidas pertinentes que logren modificar y paliar esta situación, es necesario que las decisiones sean aprobadas desde los ámbitos más cercanos a la realidad, es decir, es importante que las instituciones vascas tengan las competencias necesarias para desarrollar políticas de empleo, formación y protección social. Además es imprescindible reconocer que en Euskal Herria existe una mayoría sindical diferenciada y una estructura patronal propia, en este sentido, la democracia participativa obliga a respetar esta realidad.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, las reivindicaciones de Eusko Alkartasuna se centran en los siguientes ejes de actuación:
- Instamos la necesidad de respetar el ámbito vasco decisión, para que las condiciones de trabajo se fijen en función de nuestra voluntad, es decir, requerimos la capacidad para definir nuestro propio marco de relaciones laborales y sistema de seguridad social, lo que se traduce en la capacidad legislativa plena en materia de empleo, formación y protección social.
- Reivindicamos la defensa de todos y cada uno de los derechos sociales, sobre todo el que hace referencia al trabajo digno, así como a la consecución del pleno empleo y que éste sea cada vez más estable, de más calidad, más seguro y esté mejor repartido.
- Entendemos que las políticas de empleo sirve para generar y repartir mejor la riqueza, por eso apostamos por la reordenación y reparto del tiempo de trabajo, y la reducción de la jornada laboral.
- Estimamos necesarias actuaciones dirigidas a ofrecer seguridad de los ingresos de los trabajadores tanto para el desarrollo económico como para el desarrollo social. Por ello, exigimos actuaciones dirigidas a la estabilidad en la contratación y a mantener el poder adquisitivo de los salarios, así como la necesidad de dignificar las prestaciones sociales. En este sentido, consideramos imprescindible la mejora sustancial de las pensiones contributivas y no contributivas, situándolas por encima del umbral de pobreza y damos prioridad a la elevación progresiva del Salario Mínimo Interprofesional hasta llegar al 60% de la renta media, evitando los salarios de pobreza y exclusión y consiguiendo que el trabajo llegue a ser garantía de bienestar y de integración social.
- Los derechos sociales y laborales son universales. Por eso, para garantizar la inserción social y laboral de los colectivos más vulnerables o de aquellos que se encuentran en riesgo de exclusión social, serán necesarias políticas de discriminación positiva. Estos derechos se deben garantizar independientemente de la procedencia del trabajador, porque todos somos ciudadanos de Euskal Herria, porque la salvaguarda y la defensa de los derechos de las trabajadoras y trabajadores es igual sin distinción en todo el mundo.
Por todo ello, Eusko Alkartasuna apoyará todas las movilizaciones que coincidiendo con estos ejes de actuación se celebrarán en toda Euskal Herria.
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