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27 de mayo de 2006
Errazti considera un "error de bulto" el último auto de Marlaska
Pide "responsabilidad" al PSOE
Para la presidente de EA, tanto la nueva actuación del juez de la Audiencia Nacional como los ataques a empresas o sedes políticas "están retrasando lo fundamental", en referencia a la mesa de partidos.
La presidente de Eusko Alkartasuna, Begoña Errazti, ha considerado un "error de bulto" la última decisión del juez Grande-Marlaska sobre Batasuna, a la que ha atribuido además "intencionalidad política".
Asimismo ha exigido a los socialistas "responsabilidad" para que no admitan estas situaciones asegurando que es "absolutamente inadmisible" que lo consientan. Para la dirigente de EA, tanto la actuación del juez Marlaska como los recientes ataques a empresas o sedes de partidos son "señales que están retrasando lo fundamental", que es la constitución de una mesa de partidos "con normalidad".
"Cualquier fenómeno que distorsione la convivencia está retrasando el proceso de paz y normalización y está dando argumentos, además, a aquellos que no quieren configurar la mesa de partidos con toda la normalidad", ha indicado.
Así, Errazti ha criticado los autos judiciales que "hacen interpretación política en lo que no le compete a un juez como es el caso de Grande-Marlaska, apuntando intencionalidad a ruedas de prensa de representantes políticos". retrasa el proceso de paz y normalización.
"Es una irresponsabilidad caer en esas coyunturas tan cercanas y no ir a lo fundamental, que es al núcleo de la cuestión, la raíz del conflicto político, configurar definitivamente la mesa de partidos y empezar a establecer los calendarios, las metodologías, entre los partidos políticos vascos para solucionar el contencioso, que es a lo que nos debemos dedicar".
escuchar audio de las declaraciones de Begoña Errazti. click aqui
fuente: eitb24
EA apuesta por un acuerdo similar al de Serbia y Montenegro para Euskadi
El secretario general de EA, Unai Ziarreta, apostó ayer porque en el País Vasco se alcance un acuerdo similar al que lograron Serbia y Montenegro en 2002, por el que se permitía ejercitar el derecho de autodeterminación y abordar la cuestión de la secesión. Además, rechazó el planteamiento del PSOE favorable «al derecho de decisión dentro del marco legal» porque es el que impone «límites».
El representante nacionalista afirmó que el proceso que se ha desarrollado en Montenegro ha demostrado que «se puede ejercitar el derecho de autodeterminación en Europa» y se felicitó por la «naturalidad democrática» con que se ha aceptado el resultado.
Asimismo, anunció que el tripartito registró ayer una proposición de Ley en el Parlamento vasco en la que, además de felicitar a Montenegro, reivindican «el mismo derecho de decidir para Euskal Herria», así como solicitar la puesta en marcha de un proceso de diálogo que permita entrar a resolver los aspectos básicos del conflicto vasco.
En una rueda de prensa en el Alkartetxe de Gasteiz, Ziarreta indicó que, aunque Montenegro y Euskal Herria «son pueblos distintos, sí hay cosas que pueden servirnos», como que el proceso que se ha desarrollado es «el fruto del acuerdo entre todas las partes».
«La primera enseñanza es que, con voluntad política, es posible encaminar el ejercicio del derecho de autodeterminación y de decisión», indicó, antes de apuntar que las condiciones de porcentajes impuestas por la Unión Europea son «plenamente antidemocráticas» porque «una minoría no puede imponer su opinión a la mayoría».
Sobre este tema, consideró que en Euskal Herria lo que hay que buscar es «un principio de mayorías, porque ese es el principio básico democrático que tiene que regir en este proceso».
Tras destacar «la naturalidad democrática con que se ha aceptado el resultado», manifestó que el nuevo estado de la UE es «la prueba fehaciente de que, hoy por hoy, se puede ejercitar el derecho de autodeterminación dentro de Europa».
«Autodeterminarse»
Asimismo, y tras reiterar que «Montenegro no tiene nada que ver con Euskal Herria», dijo que «lo importante es que ha demostrado que es posible autodeterminarse». «La conclusión que debemos extraer es el respeto a la voluntad de los pueblos y que el marco legal es el que se debe adaptar a esa voluntad, y no al revés», aseguró.
Unai Ziarreta consideró que el objetivo de las formaciones políticas vascas debe ser «lograr un acuerdo similar al pacto que obtuvieron Serbia y Montenegro en 2002», en el que se comprometieron a que, si existía voluntad por parte de Montenegro, se pudiera ejercitar el derecho de autodeterminación y se pudiera abordar la cuestión de la secesión.
En este sentido, el secretario general de Eusko Alkartasuna indicó que el objetivo de la mesa de partidos tiene que ser llegar a un acuerdo similar, y dijo que, por este motivo, no les sirve lo que dice el PSOE, que aboga por el derecho de decisión, «pero dentro del marco legal».
26 de mayo de 2006
En respuesta a Floren Aoiz
Como militante y dirigente de EA no puedo más que mostrar mi más profunda sorpresa e indignación a causa del artículo publicado por Floren Aoiz en este mismo periódico el pasado 22 de mayo bajo el título «Transitorias, transiciones, transacciones...», en el que Carlos Garaikoetxea es centro de sus críticas. Sorpresa, digo, porque viene a criticar la crítica constructiva, en cambio, siempre debe ser atendida unas explicaciones del lehendakari en torno a cómo se gestó y acordó en 1978 la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución española, la cual no es sino una puerta abierta a la posibilidad de lograr en un futuro la unidad de Hego Euskal Herria. Una estrategia realista, de pasos intermedios pero claros; más aún, la única vía para sortear un grave peligro: el propósito del Gobierno de la derecha, que había ganado las elecciones, no lo olvidemos, de que Navarra fuera como Soria o Burgos a efectos de una posible unión con Euskadi, lo cual, está claro, habría hecho inviable cualquier aspiración en ese sentido. Una estrategia realista, repito, frente a pretensiones demagógicas basadas en el «todo o nada» y que, Sr. Aoiz, la izquierda abertzale ha acabado por reconocer de facto como la única viable, aunque con treinta años de retraso. Y, por supuesto, Sr. Aoiz, ¿con quién se iba a negociar si no era con quienes estaban en el poder entonces?
Junto a la sorpresa también siento indignación por la manera torticera de intentar mezclarlo todo para difamar al Sr. Garaikoetxea y tratar de situarle inútilmente, por supuesto en contra de la dirección de EA, además de aprovechar el viaje para arremeter contra los debates y las estrategias que cada formación política, legítimamente, lleva adelante, le gusten o no al Sr. Aoiz.
Sepa usted, Sr. Aoiz, que tanto yo como el resto de miembros de la Ejecutiva Nacional de Eusko Alkartasuna siempre hemos estado y seguimos estando agradecidos al lehendakari porque, infórmese bien, su actitud respecto a la dirección del partido que él fundó siempre ha sido de un respeto exquisito y de entrega, ayuda y colaboración, compartiendo con todos nosotros sus reflexiones siempre con la mira puesta en la consecución de los derechos nacionales de Euskal Herria.
Onintza Lasa - Secretaria de Comunicación de la Ejecutiva Nacional de EA
25 de mayo de 2006
Ziarreta: Zapatero retrasa crear la mesa de partidos por cálculos electorales
23 de mayo de 2006
Errazti denuncia que la única novedad de Zapatero fue advertir que sólo se puede actuar dentro de ´la rígida ley española´
La presidenta de Eusko Alkartasuna, Begoña Errazti, consideró hoy que ´no hay ninguna novedad en positivo´ en el discurso del pasado domingo de José Luis Rodríguez Zapatero, en la Fiesta de la Rosa, sino que, por el contrario, incorpora ´una en negativo´ al indicar a la sociedad vasca que ´pueden hacer y decir todo lo que quieran´ siempre ´dentro del marco de la rígida ley española´. En una entrevista concedida a Onda Vasca, la dirigente de EA opinó que el presidente del Gobierno ´realmente no ha anunciado nada´, ya que ´decir que iba a hablar con ETA es una resolución del año anterior´. En este sentido, insistió en que ´realmente no hay ninguna novedad al respecto en positivo´, pero ´sí una en negativo´. De esta manera, se refirió a la ´advertencia´ a la sociedad vasca de que ´pueden hacer todo lo que quieran, pueden decir todo lo que quieran, pero siempre dentro del marco de la rígida ley española´, lo que, a su entender, ´es tanto como decir que los deseos generales de la sociedad vasca de ninguna manera pueden avanzar, porque ellos lo encierran en su sacrosanta Constitución española del 78´. Errazti estimó que ´hay una intención´ en el hecho de que el anuncio se produjera en un acto político del Partido Socialista, ante las próximas citas electorales. ´El señor Rodríguez Zapatero, no se nos puede olvidar, es del PSOE, de ninguna otra cosa´, agregó. En cuanto a la postura del PP ante el inicio del diálogo con ETA, la calificó de ´lamentable´, aunque precisó que ´es legítima´. En este sentido, destacó que ´la situación es de gran oportunidad´ porque ´estamos hablando de fin de la violencia, de sociedades normalizadas, por supuesto, en Euskadi´ y afirmó ver, en este contexo, ´un Partido Popular absolutamente fuera de la realidad diaria y, sobre todo, de lo que quiere la sociedad y, desde luego, lo que quiere la vasca´. ´Queremos soluciones, diálogo y acabar definitivamente con el conflicto político vasco, y nos encontramos con un Partido Popular, que está justamente en el sentido contrario y, además, aprovechando las reacciones y los discursos más ultras, más del recordatorio del sufrimiento durante años como instrumento para conseguir sus réditos electorales, enfadando y enfrentando a la sociedad, pero a la española, porque creo que hay una realidad absolutamente diferente en Euskadi´
MESA DE PARTIDOS
Por otro lado, la presidenta de EA se refiiró a la mesa de partidos indicando que constituye ´el aspecto fundamental´ ya que, sin este foro, ´no vamos al meollo de la cuestión, no vamos a su origen, y por lo tanto, no podemos llegar a ninguna solución´. En esta línea, insistió en que la Mesa de Partidos es ´totalmente fundamental´ y apeló a que ´no se retrase con argumentaciones, ni verificaciones que a veces pueden resultar excusas, si se alargan´ porque ´todo este alargamiento en el tiempo, en definitiva, es retrasar la solución definitiva´. ´Luego, por supuesto, que cada partido envíe a las personas que crea conveniente´, señaló en referencia al anuncio realizado en este sentido por Batasuna, a quien ve ´absolutamente legitimado para decir quiénes son los representantes en esa Mesa, como en su momento lo hará Eusko Alkartasuna´. A su entender, ´al final, lo importante es que esa mesa se configure y que realmente nos pongamos a trabajar´. La dirigente de EA alertó de que, ´cuando se habla de pacificación, se dice hablar con ETA, se está queriendo obviar la realidad del asunto, del conflicto vasco o llámelo como quiera´. En este sentido, indicó que ´la sociedad vasca, mayoritariamente, está diciendo que quiere hacer frente a una nueva realidad política, jurídica con el Estado español y francés´, lo que es ´el meollo de la cuestión´. ´Esa es la raíz y eso es a lo que no se quiere ir porque lógicamente en el momento en el que vayamos a eso, hablamos de soberanías´, añadió Errazti, para quien la Mesa de Partidos debe abordar ´unas claves: el reconocimiento de la nación vasca y nuestro derecho a decidir´. La presidenta de EA, que ve el caso de Montenegro como ´un referente´, opinó que ´eso es justamente lo complicado, lo que no se quiere hacer frente porque aquí se van a cuestionar soberanías, por qué se tiene derecho a la soberanía nacional española, y no a la vasca´. Según añadió, ´estamos en un marco europeo que es perfectamente posible que los pueblos, las naciones, como es la nuestra, puedan estar en esa realidad mayor que es la Unión Europea, pero esto choca contra los intereses centralistas del Estado español. Y éste es el meollo y, por eso, se retrasa´.
CRISIS DEL GOBIERNO VASCO
Finalmente, preguntada por la posibilidad de que el tripartito vasco se enfrente a una crisis, aseguró que las críticas de la oposición en este sentido suponen ´una intención, que no soporta una segunda lectura, que es absurda y absolutamente interesada´. ´¿Quiénes salieron, a hacer esos comentarios? Los del PSOE y del PP, porque querían hacer paralelismos con los gobiernos de Cataluña y Euskadi. No tiene nada que ver. Querían aprovechar la ola, y todos sabemos que no es así´, insistió. Según concluyó, el Gobierno vasco ´tiene su programa, que lo está cumpliendo con absolutamente normalidad como debe ser, y ya está. Esos comentarios no les han resistido más de dos días´.
GA considera un referente en el referéndum de Montenegro
Todas las competencias en todos los ámbitos
Unai Ziarreta
Cada cierto tiempo, de manera más o menos periódica, se pone de manifiesto el nulo respeto de los poderes del Estado español a nuestro autogobierno. El Estatuto de Gernika es sistemáticamente vulnerado desde el mismo día de su aprobación, los jueces cercenan las capacidades que el Concierto Económico nos otorga a los vascos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y el Ejecutivo español regula sin pudor sobre materias que nos afectan directamente, incluso invadiendo las competencias del Gobierno vasco, sin ni siquiera consultar nuestra opinión. El caso de la reforma laboral pactada por el Gabinete Zapatero con la CEOE, UGT y CC.OO. es paradigmático en este sentido. Por desgracia, éste no es el único ejemplo reciente. Sendas resoluciones judiciales acaban de anular la prohibición de que los camiones circulen por nuestras carreteras durante los fines de semana y de suspender el Impuesto de Sociedades, cuya regulación es competencia exclusiva de las instituciones vascas. Al parecer, hemos de entender que el Concierto Económico nos da derecho a regular nuestros propios impuestos única y exclusivamente si nos limitamos a copiar las decisiones de Madrid. ¡Curiosa manera de entender el autogobierno! Por encima de esa ´España plural´ de la que Zapatero tanto habla y que -debo confesarlo- aún no sé qué significa en realidad, la única verdad es la de los hechos, y éstos siguen mostrando un Estado centralista al que en Euskal Herria representa un coro de voces que de palabra se proclama defensor del autogobierno pero en la práctica permite los ataques de sus compañeros de partido en España. Más allá de buscar soluciones parciales, simples parches, a través de modificaciones legislativas de uno u otro tipo, el futuro y la fortaleza de nuestro autogobierno dependerán de la capacidad que tengamos los vascos de hacer valer nuestras decisiones. Más claro: todas las competencias en cualquier ámbito y sector han de ser asumidas sin excepción por nuestras propias instituciones. Frente a las sucursales vascas de los partidos españoles, ése debe ser el objetivo de quienes defendemos nuestro derecho a decidir. Por una simple razón, porque autogobierno es sinónimo de progreso y bienestar.
Unai Ziarreta es secretario general y portavoz de EA en el Parlamento vasco
20 de mayo de 2006
Errazti acusa al Gobierno español de usar la verificación como ´excusa´ para no afrontar ´el núcleo del conflicto´
La presidenta de EA, Begoña Errazti, acusó hoy al Gobierno central de utilizar la verificación del alto el fuego de ETA como ´excusa´ para no afrontar ´el núcleo del conflicto político´ de Euskadi y aseguró que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ´sabe perfectamente que la voluntad planteada en el alto el fuego es real´.
En una rueda de prensa celebrada en la sede de EA en Vitoria y a preguntas de los periodistas acerca de las afirmaciones de Rubalcaba sobre que aún no existe la ´convicción´ de que la banda desee acabar con su actividad, Errazti consideró que ´el problema de la verificación es que se quiera utilizar como una justificación, una manera de alargar innecesariamente el comienzo del proceso al que queremos llegar´.
´La intención es alargar [el proceso], más que una voluntad real de verificación, porque el ministro del Interior sabe, exactamente igual que cualquiera de nosotros, que ahora mismo esa voluntad planteada en el alto el fuego es absolutamente real´.
A su juicio, la intencionalidad del Ejecutivo al actuar de esa forma es evitar que se afronte ´el núcleo de la cuestión del conflicto político y de la restitución de derechos´ de Euskadi, que en su opinión pasa por ´terminar de una vez por todas con el descontento del pueblo vasco con su actual marco jurídico´.
´Se utilizará la excusa de la violencia o la de la verificación, o cualquier otra que realmente impida llegar al debate y a la resolución que se tenga que tomar; no es una sospecha, es la constatación de una realidad´, proclamó.
Para justificar estas afirmaciones, la dirigente de EA indicó que desde el PSOE ´ahora nos dicen que no aprovechemos el viaje [del proceso de paz] para plantear cuestiones que tienen que ver con la normalización política y la soberanía, cuando antes nos decían que con la violencia y la teórica coincidencia de objetivos con ETA no podíamos defender nada de esto´.
POSTURA DEL PNV
A preguntas de los periodistas acerca de los llamamientos del PNV a separar el proceso de paz y la normalización política (para no caer en el riesgo de ´reconocer la legitimidad la violencia para alcanzar un objetivo político´, según el líder del EBB, Josu Jon Imaz), la responsable de EA aseguró no ´interpretar así´ la postura del PNV en torno a este tema.
´Pacificación es que ETA desaparezca, claro que sí, pero también es normalización política, que una sociedad viva democráticamente en el modelo que quiere vivir´, explicó.
MONTENEGRO
Por otra parte, Errazti se refirió al ´escándalo tremendo´ originado por el anuncio del Gobierno vasco de que enviará una representación a Montenegro para observar sobre el terreno el referéndum que se celebrará el domingo, en el que la población optará entre la permanencia del territorio en la Federación de Serbia y Montenegro o la independencia.
Según dijo, las críticas a la decisión del tripartito proceden de ´los que tienen miedo´ a que la sociedad decida su futuro por sí misma. ´A nosotros también nos llegará el referéndum y únicamente se impondrá la voluntad democrática de los ciudadanos´, proclamó.
La dirigente de EA resumió también la participación de su partido en la asamblea de la Alianza Libre de Europa y destacó que ´los últimos ejemplos del ejercicio de autodeterminación´ en el conteniente evidencian que ´la realidad es cambiante´ y que ´al final se imponen los derechos democráticos de los pueblos´.
18 de mayo de 2006
Navarra y la Transitoria Cuarta
Mucho se viene hablando últimamente de la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución que establece el procedimiento a seguir en Navarra para la eventual participación en una autonomía común con el resto del País Vasco, pero, seguramente, serán muchos los que desconocen la forma en que se pactó esta disposición en el período constituyente de la transición y la razones que justificaron aquel difícil acuerdo que hoy quieren romper, especialmente UPN y PP (también el PSN ha tenido sus veleidades), partidos que se consideran herederos de quienes participaron en aquel consenso. Como es sabido, la famosa disposición, en síntesis, establece que la eventual participación de Navarra en un marco de autogobierno vasco común deberá ser refrendada por la mayoría de los navarros en referéndum, a propuesta del Organo Foral Competente.
Bastaría, precisamente, el tenor literal de la disposición para desmentir ese alarmismo que arteramente se está creando en torno a una posible negociación a espaldas de Navarra, porque nada podría negociarse contra la voluntad de la mayoría de los navarros y de sus máximos representantes, según dispone la Transitoria Cuarta, que además señala que tal iniciativa sólo podrá plantearse transcurridos períodos mínimos de cinco años (de ahí que se trate de una transitoriedad sui géneris, de vocación duradera, que quizá habría merecido una mejor sistemática legislativa).
Pero me parece especialmente importante subrayar aquí dos aspectos que deben tenerse en cuenta, a la vista de esa obsesión de la derecha por hacer desaparecer una disposición que se limita a remitirse a la voluntad democrática de los navarros para decidir sobre una cuestión en la que, guste o no guste, en Navarra coexisten dos opciones legítimas contrapuestas: la de los que quieren una Navarra organizada políticamente de forma diferenciada de otros territorios vascos, y la de los que pensamos que Navarra es, precisamente, el territorio histórico con mayor carácter y rango histórico e institucional para encabezar un marco político común de todos los vascos, la Vasconia primigenia.
Para quien considere irrelevantes estas dos visiones de Navarra, repito, legítimas, merece la pena recordar que vienen de antiguo. Ya en 1868 era la Diputación navarra la que se dirigía en mensaje solemne a las diputaciones vascongadas, instándoles a «asociarse en la más íntima unión» invocando razones de tradición, cultura, idioma, etc...; y cada vez que se ha planteado un marco de autogobierno en el último siglo, han comparecido ambas tendencias. En el Estatuto de Estella de 1931 triunfaba la opción «pro-vasquista», posteriormente derrotada en la controvertida Asamblea del Teatro Gayarre, tras las modificaciones exigidas por la República. Cuando, tras la dictadura, se vuelve a plantear la cuestión del Estatuto vasco, se reproduce en Navarra esa doble opción, que inicialmente aparece equilibrada cuando el PSN (entonces integrado en el PSE) firma, incluso, el llamado Compromiso Autonómico para un Estatuto Común con los nacionalistas vascos, y pierde por poco las primeras elecciones en Navarra (la habitual clarividencia del autodenominado MLNV contribuyó a la victoria de la de-recha con su ausencia en las urnas, y su repudio de la única opción realista para un estatuto común, en la reciente historia).
Pero con el cambio del PSOE o sin él (también la derecha cambió en 1932), con una mayoría exigua o más amplia, como la actual, de la opción favorable a una autonomía diferenciada de Navarra, la realidad política de Navarra requería que un sector minoritario, pero no irrelevante, no podía quedar sin vías legales expeditas para poder defender democráticamente su opción «vasquista», y esto fue resuelto racionalmente en una de las más difíciles negociaciones a las que he podido asistir. Se trata de un importante consenso que hoy se quiere romper, y en el otro aspecto que deseaba subrayar.
En 1978 mantuvieron en la Presidencia del Gobierno una maratoniana negociación, una representación del máximo nivel del Gobierno Español y su partido UCD encabezada por el Vicepresidente Abril Martorell, con Lavilla, Herrero de Miñón, etc., y la participación cualificada de Navarra, entre otros por Del Burgo; otra representación del PSOE, encabezada por Enrique Múgica, (a la sazón miembro de la troika dirigente con Felipe y Guerra), junto con Benegas, Urralburu etc.; y otra representación del nacionalismo vasco que yo mismo compartí con Ajuriaguerra y Aguirre. La pretensión inicial del partido del Gobierno, evidentemente a instancias de la representación navarra, fue que se necesitara una mayoría en referéndum de tres cuartas partes de los votantes navarros, mayoría que pronto redujeron a dos tercios, para optar por un estatuto vasco común. Tras interminables discusiones en las que hicimos ver lo irracional de pretender que un 34% de la población tuviera a raya al 66% de la misma, se aceptó nuestra propuesta de un referéndum de la mayoría de los votos válidos emitidos. El último obstáculo vino constituido por la pretensión de UCD y PSOE de que la consulta sólo se pudiera realizar una vez y para siempre. Finalmente se acordó que sólo se pudiera replantear en períodos razonables mínimos de cinco años.
Este fue uno de los consensos más laboriosos que me correspondió negociar con los dos partidos hegemónicos españoles de la época, con sus representantes navarros incluidos. Naturalmente fue repudiado por los extremismos de ambos lados. Pero, al margen de constituir una salida racional, democrática y, ante todo, respetuosa con la voluntad de los navarros, para una opción alternativa de autogobierno, (la única que históricamente se ha venido planteando), la ruptura de aquel consenso plasmado en la Transitoria Cuarta y el llamado «blindaje», es decir, el cierre de una vía democrática a una aspiración permanente de un sector importante de la población navarra, constituiría una tropelía de consecuencias imprevisibles, sólo subsanable y mejorable, claro está, por un reconocimiento inequívoco de la capacidad de los navarros para optar libremente por cualquier forma de organizar su autogobierno en el futuro, solos o acompañados por quien deseen. -
15 de mayo de 2006
Entrevista a Begoña Errazti en Diario de Noticias
Ha transcurrido ya más de un mes desde que ETA declarara el alto el fuego permanente. ¿Cómo valora lo ocurrido desde entonces?
Lo de los plazos temporales es lo de menos, lo realmente importante es haber llegado a un escenario de alto el fuego. Porque con el alto el fuego se cierra una fase y empieza otra que nos tiene que llevar a la mesa de partidos, a la fase resolutiva, ése es el trabajo que hay que hacer en los próximos meses. La cuestión es que hemos llegado a esta situación tras un tiempo muy complicado, que ha requerido grandes esfuerzos, pero del que me queda la enorme satisfacción de haber sacado adelante un reto muy difícil, y también porque el camino emprendido hace años llegaba a un final adecuado. El saber que la defensa de las ideas por vías políticas y democráticas, que el diálogo con absolutamente todos y el empujar al mundo del MLNV hacia otro ámbito distinto, que es lo que hemos venido haciendo como partido sobre todo durante los últimos tres años, ha tenido como consecuencia la declaración del alto el fuego es una gran satisfacción.
Habla en primera persona de la satisfacción que siente, y también de lo que ha estado haciendo su partido. ¿Qué papel ha jugado Eusko Alkartasuna en la gestación del alto el fuego?
Eusko Alkartasuna ha sido un agente fundamental, absolutamente. No todos los partidos han participado de una manera tan clara en ese proceso. Y sí, estoy satisfecha porque hemos trabajado sobre unas hipótesis, complicadas, muy criticadas en su momento, para intentar llegar a un punto que no habíamos alcanzado en experiencias anteriores, Lizarra y otras. Aprendimos. Durante los últimos tres años hemos establecido, fundamentalmente en torno al Foro Nacional de Debate, un mecanismo de trabajo hacia otros partidos a los que hemos hecho partícipes de nuestras reflexiones. Con mucha prudencia y discreción hemos conseguido el alto el fuego.
Usted decía que es muy complicado llegar adonde se ha llegado, pero lo que queda por delante tampoco debe de ser muy fácil.
No va a serlo. Entre otras cosas porque en este escenario probablemente se va a producir un choque, democrático, pero choque. Y es lógico que así sea, porque no se puede obviar que para solucionar el conflicto político vasco las dos cuestiones que hay que abordar son la pacificación y la normalización política. Llegar a la normalidad política supone pasar por la normalización, y por lo tanto, ir al núcleo de la cuestión del contencioso vasco, que es ni más ni menos que la restitución de derechos, la profundización en el autogobierno y por lo tanto, responder al deseo mayoritario de la ciudadanía vasca. Las claves de la cuestión son el reconocimiento de los distintos territorios de Euskal Herria como parte de la nación vasca y el reconocimiento de la capacidad de decisión de la ciudadanía. Y ante eso, lógicamente, hay posiciones distintas, que responden a distintos sentimientos de pertenencia a una nacionalidad u otra.
El proceso se centra actualmente en la figura del presidente del Gobierno. ¿Qué hacen ahora los partidos?
Seguimos trabajando, mantenemos vías de interlocución, de intercambio de ideas y claves... Mi partido lo está haciendo, y me consta que otros también. El final del sufrimiento generado por la violencia, la solución del conflicto político, es una obligación de las personas que estamos en política en este momento histórico de nuestro pueblo.
En ese plazo de tres años de debates del que habla, ¿cuándo se incorporó el Partido Socialista?
El PSOE no ha estado en el Foro Nacional de Debate, éste le ha informado de los avances. Pero el PSOE tampoco ha estado al margen del proceso ni mucho menos. El Partido Socialista ha estado informado en todo momento.
¿No ha participado directamente en las negociaciones y los debates?
Ha sido partícipe con interlocuciones no conjuntas, sino bilaterales. Es que somos conscientes de que el Partido Socialista es absolutamente fundamental.
¿Se ha intentado contar también con UPN y con el PP?
Sí, sí, absolutamente con todos los partidos, siempre se ha intentado mantener la interlocución con todos, el problema está en que el PP, bueno y UPN, claro, que sigue la misma estrategia, no ha querido contactar con ningún otro partido. Es una autoexclusión, y un error, porque en política la no interlocución no es buena, pero sobre todo en un momento en el que se ve que se están dando pasos fundamentales hacia una solución de un conflicto, nadie se apartaría, es algo ridículo, no tiene ninguna lógica, sobre todo cuando se tiene conocimiento de lo que está ocurriendo.
¿Sabían el PP y UPN que el alto el fuego iba a producirse incluso sin participar en su preparación?
Yo misma, cuando se veía que la hipótesis para la que estábamos trabajando de llegar a un escenario de alto el fuego era algo alcanzable, fui a decírselo al presidente del Gobierno de Navarra para que no hubiera ninguna duda de la voluntad democrática y de la seriedad del planteamiento. Supongo que el señor Sanz tiene otros interlocutores, pero yo misma hice ese esfuerzo.
O no fue muy convincente, o el presidente tenía otros planes que no consideró conveniente variar a pesar de su información.
Lo lamentable es que en unos momentos tan importantes se quede al margen. No puede y no debe porque además tiene responsabilidades de gobierno. Una cosa es que un partido político opte por una u otra estrategia, pero cuando se gobierna, teniendo además la mayoría parlamentaria y por lo tanto una gran responsabilidad para con la ciudadanía navarra, no debe permitirse el lujo de dejar al margen a la sociedad navarra absteniéndose de participar en el proceso que se va a dar.
¿Hubiese sido posible llegar hasta donde se ha llegado con el Gobierno del PP?
La política ficción no me gusta nada. Hay una realidad: que el PP fue desalojado del poder por haber mantenido una actitud inaceptable. Es conveniente mirar un poco hacia atrás y la época del señor Aznar nos trae muchos y muy malos recuerdos. Fue una época antidemocrática y de vulneración de los derechos fundamentales. Cambió el Código Penal varias veces, cerró periódicos... Además, en el tema del conflicto político vasco utilizó continuamente el argumento de la existencia de la violencia contra el nacionalismo vasco. Y cuando me refiero al PP estoy pensando también en UPN. El Pacto Antiterrorista, la Ley de Partidos, iniciativas que por cierto contaron con el apoyo del Partido Socialista, intentaron una fractura social que afortunadamente no se dio. Pero todos los partidos, también el PP y UPN, son una parte fundamental de la solución, por lo que acabarán dándose cuenta de la necesidad de participar en ese proceso esperanzado hacia la paz. Lo dicen las encuestas, la sociedad apuesta por la paz. El 85% de la población piensa que estamos ante una gran oportunidad, y en ese 85% también habrá votantes del PP. Y eso es una exigencia para los partidos políticos porque los ciudadanos confían en que sepamos llevar esto hasta el final.
¿Cree que todo el mundo está dispuesto a hacer ese ejercicio de fe? Lo digo, sobre todo, por quienes sienten un legítimo recelo al haber sido los directamente afectados por la violencia de ETA, las víctimas.
Efectivamente tenemos que hacer un enorme esfuerzo para reconstruir lo que sin duda es un tejido social herido, ya que la violencia nos ha producido un gran sufrimiento y se nos han ido rompiendo cosas por dentro, en los sentimientos... Estoy hablando de reconciliación social, que debemos lograr con un esfuerzo colectivo, de los partidos políticos y de los gobiernos, ahí está la propuesta sobre paz y convivencia del Gobierno Vasco. Pero sin obviar nuestra responsabilidad individual, que desde el respeto a los demás nos lleve a un cambio en la mentalidad colectiva. La pacificación tiene también, además de ésta, otro ámbito, el de la negociación del Gobierno español con ETA para conseguir el fin de esa organización armada, que pasa necesariamente por terminar con la dispersión de los presos. El otro gran reto es la normalización. La mesa de partidos políticos deberá llegar a un acuerdo consensuado para el fin del contencioso vasco en torno a las claves de reconocimiento y decisión de la nación vasca.
El Gobierno de Navarra, por cierto, cree que la Comunidad Foral va a salir malparada de esas hipotéticas negociaciones, y también lo dice el PP.
Tiene gracia que ahora el presidente Sanz hable del señor Rajoy como el defensor de Navarra cuando justamente el PP y su presidente han sido los que más han cuestionado el régimen foral. Y ni el señor Sanz, ni UPN, ni el señor Rajoy pueden violentar a la ciudadanía navarra con argumentaciones falsas, generando enfrentamiento y fractura conscientemente, mediante engaños como el del precio político para Navarra. Están utilizando a Navarra para sus intereses en España. Es inadmisible, porque los partidos, en la defensa de nuestras ideas, nunca debemos utilizar a la sociedad, poner en riesgo la convivencia. ¿Cómo pueden hablar de lo del órgano común como si fuera una de las claves de la negociación con ETA? ¡Y cómo puede decir el señor Sanz que hay una mano negra abertzale detrás del problema de Volkswagen! Están generando un enfrentamiento que cada vez es más palpable en la calle para la defensa de un determinado modelo de Navarra, el de UPN. Es una barbaridad.
Pero es cierto que uno de los objetivos del nacionalismo, y de ETA, es la unión de los territorios de Navarra y de la Comunidad Autónoma Vasca.
La aparente coincidencia de algunas ideas de partidos nacionales vascos y ETA no puede culpabilizar al nacionalismo vasco. Ante ETA, desde siempre, hemos mantenido la misma posición de repulsa y negación de toda legitimidad política. Los vascos no somos responsables de la violencia de ETA, al contrario, la hemos sufrido. Pero se utiliza esta intencionada y falaz identificación para tratar de desautorizar planteamientos de partidos democráticos. UPN está defendiendo una nación española, y es legítimo, Eusko Alkartasuna defiende los derechos nacionales vascos y, lógicamente, ahí incluimos el contemplar Euskal Herria como una realidad que hoy es cultural, y si lo quiere la ciudadanía podría ser político en un futuro. Pero respetamos las reglas del juego. Es más, ahora mismo me atrevo a afirmar que Eusko Alkartasuna ha defendido con bastante más profundidad el autogobierno de Navarra que quienes se dicen navarristas y luego callan o colaboran cuando se presentan recursos contra ese autogobierno en Madrid. Eso de la integración y otras cosas que se dicen por ahí no las defiende nadie, pero es un argumento que cala en la población.
¿El Gobierno español va cumpliendo el guión?
(Piensa durante unos segundos antes de responder). Yo enmarco la actuación del Gobierno español estrictamente en esa negociación con ETA. Y hay cosas inmediatas que ahora mismo el presidente del Gobierno español debería hacer, como dejar atrás el mal llamado Pacto Antiterrorista, además pidiendo disculpas por lo que hicieron, porque colaboraron con el PP en la vulneración de derechos fundamentales. El resto, la normalización, corresponde a los partidos políticos vascos. La solución se deberá dar aquí, y no en Moncloa.
Pero primero debía verificar si el alto el fuego va en serio.
Todo el mundo sabe que cuando ETA hace un pronunciamiento lo hace en serio. Incluso respecto a sus peores acciones, y también ahora. Por eso digo que lo que tiene que hacer es ponerse a hablar con ETA ya, porque nos queda un muy largo camino por delante a los partidos políticos vascos.
¿Y ETA se está ateniendo al guión?
Es absolutamente necesario que no haya violencia. Cualquier acción violenta, además de condenable, entorpecería el camino hacia la paz y la normalización.
Partimos de la base de que ETA ya sabe que es así.
Lo sabe desde el momento en que ha declarado un alto el fuego permanente, y además tenemos que recordar cómo ante circunstancias desgraciadas como la de Barañáin y otras, portavoces autorizados en el conocimiento de ese tipo de hechos han afirmado claramente que nada tenían que ver con ese mundo... ¡Menos Sanz! Sanz, que tenía datos que luego no los quiere dar. Ante la violencia no puede haber comentarios frívolos ni mucho menos utilizaciones partidistas.
¿Cree que, pese a todo, está bien encarrilado el proceso?
Lo importante es el objetivo final, lograr la paz, es lo que exige la sociedad, poder vivir en un ambiente normalizado. Pero es verdad también que el cruce de intereses coyunturales, por ejemplo las elecciones de dentro de un año, generará situaciones, momentos difíciles o de confusión. Lo importante es ir a lo fundamental. En Eusko Alkartasuna estamos totalmente comprometidos con este proceso de paz. Y tenemos confianza en que, uniendo todos nuestros esfuerzos, vamos a llegar.
¿Es optimista? ¿cree que estamos ante el final definitivo de la violencia?
Creo que el proceso es irreversible, porque se han dado pasos que nos dicen que es así: la exigencia mayoritaria de la sociedad, las vías políticas como argumentación... El tema es cuándo. No se puede adelantar una fecha, eso sería un error grave. En ese ejercicio de responsabilidad y de implicación para el acuerdo es en el que realmente confío y en el que se que estará Eusko Alkartasuna, hasta el final.
¿Qué va a plantear Eusko Alkartasuna en la mesa de partidos, una vez que se forme?
En primer lugar nuestro deseo sería llegar con los otros al final del conflicto político. Y cuando entremos en el trabajo concreto de la normalización, plantearemos la necesidad de la restitución de derechos, avalados por nuestra historia, así como el deseo mayoritario de la sociedad vasca de profundizar en la soberanía que le corresponde. En este debate estaremos fuerzas distintas y con diferentes sentimientos nacionales, y el principio democrático de las mayorías deberá ser el que prime a la hora de los acuerdos. Contemplo también la necesidad de que las fuerzas nacionales vascas actuemos conjuntamente en defensa de la soberanía nacional vasca.
14 de mayo de 2006
CARLOS GARAIKOETXEA: «El final de la violencia va a ser bastante más sencillo que la mesa de diálogo»
Carlos Garaikoetxea previene antes de empezar: hoy es tan sólo, asegura, «un 'outsider'» de la vida partidista, aunque esa declaración de intenciones no le lleve a eludir cuestiones más o menos comprometidas. Con el recuerdo fresco del pasado reciente y la vista puesta en la 'cuestión navarra', el ex lehendakari parece más confiado en el logro de la paz que en el resultado de una futura negociación política.
-¿Va a ser Zapatero el presidente español que logre el final de ETA?
-Creo que va a ser el presidente bajo cuyo mandato la sociedad vasca presenciará el final de la violencia. Tengo esperanza acompañada de una seria cautela, porque la experiencia aconseja tenerla.
-La confluencia de las fuerzas nacionalistas en Lizarra no funcionó. ¿Fue un fracaso que no cabe repetir?
-Es lógico que los partidos que, desde el respeto a las reglas democráticas, tienen afinidades importantes compartan una unidad de acción si es posible. Aquí existe el tópico de que esas alianzas son normales menos, por lo visto, entre nacionalistas, porque entonces son excluyentes y totalitarios. Y resulta que cuando el nacionalismo es minoritario, como en Navarra, se ve arrojado a las tinieblas. Cuando el PP y su franquicia dicen que hay que blindar el estatus de Navarra, pretenden hacer imposible que tengan vías expeditas otras concepciones legítimas. ¿Ay si dijéramos eso donde los nacionalistas podemos ser mayoritarios! Seríamos peores que Hitler.
-¿Cree que los abertzales debe sentarse a una mesa de negociación con un pacto cerrado o pergeñado sobre el derecho a decidir?
-Ir con algo cerrado sería una actitud cínica. Pero también soy contrario a otro tópico que funciona en este país, según el cual la transversalidad es una condición 'sine qua non'; en Navarra no funciona y nadie se escandaliza. No vamos a incurrir en el mismo vicio, pero tampoco debemos caer en la trampa de 'si no participo yo, no hay transversalidad y me arrogo un derecho de veto'. Eso es una trampa que, explicada con una retórica más o menos habilidosa tipo (Ramón) Jáuregui y compañía, cala.
-Parece inevitable que un acuerdo en Euskadi debe recabar el apoyo, al menos, de uno de los partidos que pueden gobernar el Estado.
-Sí, claro, como el 90% que consiguieron en Cataluña y que fue cepillado luego. Somos muy escépticos, al menos yo lo soy. Éste va a ser un proceso muy complicado. El final de la violencia va a ser más fácil, mucho más viable; la negociación entre ETA y el Estado va a ser bastante más sencilla que esa mesa de diálogo político o de normalización, porque después de superar las dificultades domésticas en Euskadi, vendrán el señor Guerra y sus mariachis con la garlopa. Creo que tendremos que vivir una crisis política bastante duradera en ese tira y afloja, que sí hay que esperar que sea en términos estrictamente pacíficos, democráticos y firmes, en los que el mundo civilizado, Europa, pueda ser testigo quizá de cómo una resolución mayoritaria en el País Vasco es ignorada y rechazada sistemáticamente.
-Cuando vaticina una crisis duradera entre Euskadi y el Estado, ¿en qué está pensando?
-Crisis yo llamo a un período de desacuerdos, de tiras y aflojas. La tradición jacobina del Estado español y, sobre todo, sus eximios representantes actuales no parecen aportar demasiadas esperanzas al respecto. Esta batalla democrática va a ser difícil y dura, y exigir mucha convicción y consecuencia en el mundo del nacionalismo. Y eso nos preocupa mucho.
El «arreglajo» catalán
-El lehendakari decía recientemente que cree que Zapatero es consciente de que la solución pasa por respetar la voluntad de los vascos.
-Hombre, a mí me gusta decir cosas amables de los demás. Pero de ahí a que crea de 'pe a pa' que Zapatero va a respetar lo que decidan los vascos después de la experiencia de Cataluña, del arreglajo con Mas... Teniendo en cuenta no su actitud personal, que puede ser superior a la media en cuanto a receptividad, sino todo su entorno, francamente no soy nada optimista. Pero en el corto plazo tampoco va a haber nadie con ese talante, y empleo la palabra muy en serio, así que hay que intentarlo. Pero insisto, esto va a ser largo.
-Es decir: hay que buscar una solución con él o no habrá otro mejor.
-De momento no se ve a nadie y no creo que hasta la fecha lo haya habido. De manera que eso todavía da más importancia a mi pesimismo. Suárez tuvo arrojo superior al de ningún otro, Calvo Sotelo fue un perfecto inútil y Felipe, muy cuco: una persona encantadora, pero entramos en el período de sequía más grande. Todo es relativo. En 1977 nos jugábamos la vuelta a la dictadura, eso que algunos consideran una claudicación, desde su estupidez y su dogmatismo. Teníamos que negociar un Estatuto para apuntalar el país, porque si no se nos caía.
-Batasuna se congratula de haber acertado hace 30 años.
-Esos profetas que dicen ahora que hay que respetar la voluntad de los navarros y nos llamaron traidores por haber arrancado la famosa Transitoria Cuarta de la Constitución. Lo único que se les puede pedir es un poco de autocrítica.
-Sin el derecho a decidir, ¿se cerrará en falso el problema vasco?
-Sí, sí, sí, seguirá el conflicto, Dios quiera que en términos civilizados y democráticos, pero la crisis persistirá. No se pueden hacer traslaciones exactas, pero en el modelo de Quebec hay una pista sobre cómo encarar estas cosas: no se puede tener permanentemente a raya a una mayoría democrática, si es que existe, en demanda de una cuestión que no es producto del capricho, sino un conflicto histórico. Lo es, y vuelvo a Navarra, también en su dimensión territorial. El problema de la territorialidad, que es el más espinoso y el que hoy se está explotando por los medios más reaccionarios del Estado, ha existido siempre porque hay una realidad incontrovertible: los historiadores de la Antigüedad ya llamaban a esto Vasconia.
-El 49% no se puede imponer al 51%, pero el 51% quizá tampoco resulte suficiente.
-El otro día, Patxi López se permitió decir que eso de la autodeterminación y la territorialidad es cuestión de unos pocos. Hombre, de unos pocos... Y si lo somos, no sé por qué les preocupa tanto una consulta popular.
-¿Aceptarían un resultado que no respondiera a sus expectativas?
-Por supuesto. Es mucho más nacionalista, y nacionalismo del malo, el artículo 2 de la Constitución, que dice dos veces que la unidad de la patria es indisoluble. Hay un nacionalismo de carácter impositivo, que dice a los demás lo que pueden aspirar o no a ser, y hay otro de autodefensa, que puede tener sus desmesuras y derivas aberrantes a veces, pero que no quiere imponer nada a los demás.
-La actual dirección del PNV se ha alejado de las posiciones de Lizarra y aboga por un pacto transversal. ¿Es factible reeditar la coalición?
-Si se volviera al compadreo de los 14 años del tándem Ardanza-Arzalluz, en los que se llegó a decir por parte de Ardanza en el Club Siglo XXI que 'engaña al pueblo vasco el que dice que el Estatuto es un medio y no el fin', sería difícil llegar a un acuerdo; la gente le echa la culpa a Ardanza, pero el que mandaba era Arzalluz, aunque hoy desde la barrera exija más radicalismo que nunca a todo el mundo. Por lo que veo, en el PNV hay distintas tendencias y habrá que distinguir el grano de la paja: la retórica que suena bien en Madrid y en todas partes, que es una forma de hacer política, de sus intenciones íntimas. Habrá que hablar, en definitiva, de si es posible o no un programa común. Pero tengo que respetar lo que decida el PNV y no entraré a juzgar ni a Imaz ni al llamado sector de Egibar, supongo que alentado entre bastidores por otros conmilitones.
-¿Pero usted es partidario de repetir la alianza?
-No me voy a pronunciar, porque yo he reprochado a quienes, en lo que yo llamo la venta del burro, adelantaban su disposición y desbarataban una posición negociadora. Daría un pésimo ejemplo. Lo que sí creo es que en esta coyuntura política y si el PNV mantiene la línea de los últimos acuerdos de Gobierno, la colaboración que se plantea como posible en el futuro, si existe previa coalición, puede mantenerse dados los desafíos que hay a la vista. Porque el mundo de Batasuna todavía plantea muchas incógnitas que espero que se resuelvan satisfactoriamente, que pueda entrar en el juego político. Lo que no sé es si eso será posible a diez meses vista. Así de claro.
-La incógnita es si EA tiene sitio si concurre a las urnas en solitario.
-Si analizamos su coherencia histórica y la asunción de la única alternativa al centro-derecha en el mundo occidental, que es la socialdemocracia y no ese socialismo de puño en alto y dogmatismo, claro que ese espacio existe. ¿Por qué se han desgajado de Batasuna Aralar y demás, diciendo lo que hemos dicho nosotros siempre?
-Esta semana, Rafa Larreina ha criticado en su blog con dureza a Imaz. Usted no parece fiarse mucho del PNV, pero se le ve menos confiado aun en la izquierda abertzale.
-Lo que simplemente procuro es no dar bandazos. Llevamos más de 25 años de una metamorfosis que está en trance de realizarse en Batasuna, y yo no hago más que esperar para comprobar que se da. Es algo muy difícil, porque un partido no consiste sólo en las líneas maestras ideológicas, sino en una cultura política, hasta en una estética de la política. Volviendo a su pregunta, la declaración de Rafa Larreina hay que juzgarla en su contexto y fijarse en su tono emocional: estaba justamente dolido por lo que parece que era un boicot del PNV en las conversaciones preparatorias de esa mesa de partidos, lo cual resulta escandalosamente desleal. Y sí alertaba, de todas formas, sobre una involución hacia posturas del pasado que he citado antes.
6 de mayo de 2006
Ibarretxe en Argentina
4 de mayo de 2006
La Fundación Alkartasuna defenderá el nacionalismo
Eusko Alkartasuna ha presentado esta tarde en el hotel Carlton de Bilbao la Fundación Alkartasuna, iniciativa que trabajará con "rigor intelectual" para hacer frente a las "confusiones y manipulaciones históricas" llevadas a cabo con "hostilidad" por parte de sectores contrarios a los principios nacionalistas.
En la presentación de la Fundación, a la que han acudido personalidades de vida social y económica vasca, con mayoría de cargos públicos de EA, encabezados por su presidenta, Begoña Errazti, el ex lehendakai Carlos Garaikoetxea ha calificado de "especialmente importante" esta iniciativa en estos momentos en los que se inicia una etapa política en la que los "conceptos y los principios que se quieren defender desde el nacionalismo, en nuestro caso, pueden ser objeto de confusión y de manipulación, naturalmente de hostilidad, por parte de sectores contrarios a nuestros principios y convicciones".
En este sentido, ha apuntado que una fundación en la que se trabaje con rigor intelectual "es muy importante en nuestro país, en el que el nacionalismo está necesitado de esa producción intelectual rigurosa". "Aquí se ha manipulado históricamente todos tipo de conceptos: desde el concepto nacionalismo identificando un nacionalismo defensivo, legítimo, con un nacionalismo impositivo imperialista", ha denunciado.
Asimismo, ha destacado que "se ha manipulado el concepto autodeterminación, confundiendo el derecho de autodeterminación constitucional, con inventos como la autodeterminación día a día, o que nos autodeterminamos cada cuatro años, cuando el derecho ya sabemos cuál es, como viene recogido en los pactos internacionales".
Errazti cree que los partidos deberán negociar sobre acuerdos y reglas de juego, pero no sobre los derechos del pueblo
Asimismo, instó a los Estados español y francés a tener en cuenta la decisión que ha tomado la Corte Suprema de Canadá, que ha aceptado sentarse a negociar para buscar una solución a la situación de Québec. Errazti realizó estas declaraciones en Vitoria, tras reunirse con el diputado del Partido Quebecois, Daniel Durp.
´La superación del contencioso vasco es un reto ineludible que EA afronta posibilitando puntos de encuentro y basándose en ejemplos esclarecedores como el de Québec´, manifestó.
Además, agregó que, ´en los próximos tiempos, la paz será un tema fundamental, pero la restitución de derechos también lo será´, porque su objetivo es lograr ´la convivencia normalizada´ tras el reconocimiento de que ´la nación vasca es una realidad en el mundo que tiene derecho a decidir´.
La dirigente de Eusko Alkartasuna consideró que el diálogo ´es la única manera de llegar a ese acuerdo y a ese consenso´ y se mostró convencida de que ´se podrá llegar a él´, aunque matizó que los partidos vascos deberán negociar ´sobre acuerdos y reglas de juego, pero no sobre los derechos del pueblo vasco, porque existen en sí mismos por el hecho democrático real de la voluntad mayoritaria de la sociedad´.
Begoña Errazti aseguró que, tras el anuncio de alto el fuego permanente por parte de ETA ´nos encontramos en un nuevo escenario con retos nuevos, al que nos ha costado llegar´, en el que ´la paz es un tema fundamental´, del mismo modo que lo es ´la restitución de derechos al pueblo vasco´ y el reconocimiento de que ´la nación vasca es una realidad en el mundo que tiene derecho a decidir´, pero siempre ´con consenso y con diálogo´.
EUSKAL HERRIA Y QUEBEC
La presidenta de EA manifestó, además, que existen ´muchas coincidencias como pueblos´ entre Euskal Herria y Québec porque son ´dos naciones con unas realidades mayoritarias de sociedades en defensa de su soberanía y de sus derechos´.
En cuanto a sus respectivas formaciones políticas, dijo que están ´comprometidas con la independencia de sus naciones´ y que se apoyan ´en la solidaridad internacional de todos los pueblos del mundo que cuestionan el estado de derecho pero que, democráticamente, aspiran a cambiarlo´.
Errazti explicó que, ante el hecho ´clarísimo y democrático´ de que la mayoría de la sociedad de Québec, a través de varios referéndum, ´ha dicho que quiere la secesión´, la Corte Suprema de Canadá, aun no estando contemplado en su legislación, ha visto que ´está obligada a negociar y a buscar una solución´. ´Es un hecho fundamental y democrático donde los haya, y un ejemplo para los Estados francés y español´, anunció.
En este sentido, añadió que ´para EA, cualquier sociedad puede decidir libremente su futuro, a pesar de que algunos no piensan de la misma forma´.
DANIEL DURP
Durp, por su parte, se mostró a favor de que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, pueda realizar una consulta pública para que la sociedad le de su opinión porque ´el pueblo es el que tiene la última palabra´. Además, indicó que ´siempre hay que respetar el resto de opiniones´, a pesar de que no se compartan, y consideró que el futuro de un pueblo ´debe hacerse siempre con medios democráticos´.
Asimismo, advirtió de que un país debe tener ´buenas razones´ para desligarse de otro, y dijo que, tanto Québec como Euskadi las tienen, en el sentido de que ´los países en los que se enmarcan no les reconocen como naciones ni incluso como sociedades diferentes´.
Sin embargo, manifestó que el reconocimiento en sí no es tan importante como el hecho de que se les dé ´autonomía y competencias´ para mejorar su situación. ´Cuando se niega esto es cuando los pueblos reclaman la independencia´, concluyó, para recordar que, tanto su país como Euskal Herria, lo que buscan también es participar en las organizaciones internacionales
1 de mayo de 2006
Manifiesto de Eusko Alkartasuna para el primero de mayo
En este sentido el Primero de Mayo simboliza la unión de todas la trabajadoras y trabajadores del planeta en la lucha por la democratización del mercado laboral y la dignidad en el empleo, la calidad del trabajo y salario adecuado.
Por todo ello Eusko Alkartasuna se sumará a la conmemoración del Primero de Mayo y manifestamos:
1.- Reivindicamos otro modelo social, que tenga como referente esencial a la persona, la justicia social y la solidaridad. En este sentido nuestra apuesta por un empleo digno y de calidad se traduce en:
- hacer extensible la contratación indefinida
- equiparar el SMI a los niveles existentes en nuestro entorno europeo
- garantizar la protección social para todas las personas
- fomentar el reparto del trabajo
2.- Recordamos que son inaceptables los altos índices de siniestrabilidad laboral, y que la máxima seguridad en el empleo precisa políticas activas y medidas contundentes en este terreno, y por ello se debe:
- exigir el cumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales
- demandar una mayor actuación de la inspección de trabajo.
3.- Asumimos nuestro compromiso con todos los derechos y para todas las personas en todo momento. El hecho de ser joven o mujer no debe conllevar una discriminación en el empleo, apostamos por la igualdad de trato y de oportunidades. Esto se debe traducir en:
- asunción de que a igual trabajo, igual remuneración
- iguales condiciones laborales
4.- Afirmamos que la plena democratización del mercado laboral exige respetar el ámbito de decisión. En este sentido, recordamos que tenemos una realidad sindical diferenciada y una estructura empresarial propia, por lo que requerimos de la capacidad para definir nuestro propio marco de relaciones laborales. Esto exige:
- capacidad legislativa plena en materias de empleo, formación y protección social.
Euskal Herria, 1 de mayo de 2006