La crisis
económica Europea, castiga fuertemente a varios países periféricos de la Zona
euro, entre ellos, al Estado español, cuyo gobierno parece no tener las recetas
para terminar con la decadencia económica, el mayor desempleo (23 %), los recurrentes
ajustes en los gastos estatales, los cambios en el régimen laboral, protegiendo
a poderosos banqueros e industriales, a los cuales se les perdonarán las deudas
fiscales.
Estas políticas
de ajuste de gastos, se han convertido en una “fundamental escusa”, para que
solapadamente, sobre todo, en las comunidades autónomas, donde el espíritu de
pertenencia al Estado goza de una extrema debilidad, los ajustes tengan un
sentido político. En este sentido, en la Comunidad Autónoma Vasca, los enemigos
de la Nación vasca, pretenden una vez más, reducir las posibilidades de este
pueblo a integrarse a un mundo cada vez mas complejo e interrelacionado,
escudándose en la necesidad de ahorrar, proponiendo el cierre de las
Delegaciones del Gobierno Vasco del exterior.
Cabe
desatacar la tarea que han desarrollado los gobiernos vascos, sobre todo, en la
administración Ibarretxe y con apoyo del Parlamento vasco, para lograr tener
sus propias representaciones en el exterior, en aquellos países donde la
Diáspora vasca es significativa, logrando poner en funcionamiento delegaciones (en
Europa, América, Madrid y una trasfronteriza, etc.). Estas
pequeñas embajadas vascas, se ocupan directamente y sin intermediarios, de los
problemas de los ciudadanos vascos del exterior, promueven el turismo, el
comercio y apoyan la difusión de la cultura y la vinculación entre el País
Vasco y los países donde se encuentran
asentadas y en su zona de influencia.
La crisis ha
sido el disparador de los enemigos de la
Nación vasca, para proclamar a los cuarto vientos, que en plan de reducir
gastos, es mejor cerrar esas
representaciones para ahorrar dinero y cumplir así con los requerimiento
macroeconómicos de la Unión Europea, y no con las necesidades de los ciudadanos
del Estado, intentando privar de esta manera a la Comunidad Autónoma Vasca de
tener sus propias representaciones.
Ya a mitad
del mes de enero de 2012, el Diputado Unionista del Parlamento Vasco del grupo
de ultraderecha UPyD, Gorka Maneiro, presentó una moción, donde solicita
sencillamente, y poniendo como simple argumento
la crisis económica, el cierre de las Delegaciones vascas. Unos días
atrás, el Diputado del Partido Popular Carmelo Barrio, también
unionista, amparándose en la necesidad de realizar ajustes económicos, propone
también cerrar las Delegaciones, justificando sólo el mantenimiento de la de
Bruselas.
Ante esta
maniobra política, desde la Diáspora alertamos sobre el verdadero objetivo de
estos grupos parlamentarios unionistas, (UPyD y PP), los cuales, agazapados en
la verborragia de la crisis, pretenden
hacer retroceder la presencia de la Nación vasca en el mundo. Cabe
destacar que la Delegación Argentina y
seguramente en todas las demás, con una módica dotación de personal, se presta
una atención adecuada y necesaria a los miembros del colectivo vasco y a
empresas e instituciones, que pretenden relacionarse con la Comunidad Autónoma Vasca
(CAV). Por lo antes enunciado, quiero manifestar mi oposición al cierre de la
Delegaciones vascas en el exterior, al entender que el objetivo más que
económico, es político.
Prof. César
Arrondo
Militante de
Eusko Alkartasuna/Argentina
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