El Aberri Eguna (día de la Patria), se
conmemoró por primera vez en el año 1932, y tuvo lugar un domingo de pascuas,
tomando como referencia los hechos ocurridos en Irlanda, cuando éste país,
declarará su independencia de la Gran Bretaña. En tal sentido, los
nacionalistas vascos, recuerdan la afirmación pacífica y colectiva de los
derechos que le asisten a la Nación, como así también, la unidad territorial de
Euskal Herria, manifestando además, la voluntad de seguir luchando por estos postulados,
y el destino de autodeterminación del pueblo vasco.
Han pasado 71 años de aquel hecho histórico y entendemos que ya es momento
de tejer los mimbres necesarios para que en el corto plazo, podamos festejar un
Aberri Eguna bajo el marco jurídico-político de una República Vasca en Europa.
Este año la convocatoria principal tendrá
lugar el domingo 31, en Iruña, (Navarra), y desde la diáspora bregamos porque
este Aberri Eguna, se convierta en un día para la reflexión, privilegiando la tan
necesaria unión de los partidos nacionalistas, en el convencimiento de que somos
una Nación y tenemos derecho a la autodeterminación.
Pero
también entendemos que la sociedad vasca es consiente de los beneficios de la
Independencia. El nuevo marco político
nos posibilitará ejercer el derecho a decidir y poder crear entre todos,
un futuro económico y social justo, sin tener que estar pidiendo permiso a
Madrid o París para decidir de que manera queremos organizarnos como Pueblo y
Nación.
En tal sentido, ya ha llegado el momento de pasar del análisis y la dialéctica
a la acción, siempre por las vías pacíficas y democráticas, desarrollando una
estrategia a favor de la Independencia que involucre a la mayoría de la
ciudadanía vasca, donde no deben faltar acciones de desobediencia civil y la movilización permanente, a lo cual, hay
que añadir acciones concretas en todos los Foros internacionales, Universidades
y demás Instituciones del mundo, para
qué los estados involucrados en el conflicto político vasco, dejen de de mirar
para otro lado y accedan de una vez por todas a resolver en contencioso por
medio del diálogo.
La ciudadanía vasca de los siete Herrialdes más
la Diáspora, serán el motor de esta acción política común, como otras naciones
sin estado las han llevado a cabo cuando carecían de un status político propio,
como ejemplo: (Irlanda y Armenia). Solo a
través de las acciones soberanistas de la sociedad vasca, el mundo podrá
apreciar los deseos de un pueblo de poder decidir su futuro. Por lo antes
enunciado y como punto de partida los vascos debemos tomar los ejemplos más cercanos en un camino común,
como lo están haciendo nuestras naciones hermanas: (Escocia y Catalunya) y en
consecuencia preguntarnos:
ESCOCIA,
CATALUNYA 2014 ¿Y EUSKAL HERRIA?
(*)Prof. César Arrondo, Universidad Nacional de La Plata/ Argentina
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