1. SITUACIÓN:
EL MUNDO, EL ESTADO ESPAÑOL,
EUSKAL HERRIA
1.1.- EL MUNDO
Durante largas décadas los
EE.UU. y Europa han vivido a expensas de la “periferia” mundial y arrasando los
bienes naturales. Así mismo, el sistema imperante ha mantenido el trabajo
reproductivo y de sostenibilidad de la vida, mayoritariamente invisibilizado y
no remunerado, cuando no ampliamente precarizado, incrementando la pobreza y
las desigualdades en todos los rincones del planeta.
El agotamiento de los bienes
naturales con el consecuente encarecimiento de las materias primas y la
saturación de los mercados llevan al sistema a mantener el crecimiento continuo
de los márgenes de beneficio liquidando el sector público en favor de los
intereses privados; haciendo desparecer el estado bienestar o abaratando la
mano de obra a través de la supresión de los derechos conquistados por la clase
trabajadora y sectores populares; así como manteniendo el trabajo de sostenibilidad
de la vida sin remunerar y/o altamente precarizado. Todo ese sistema ha
alcanzado sus límites de expansión.
Sin embargo, la crisis no se
limita a los aspectos económico-financieros. De hecho, esta crisis es económica
y financiera, pero también social, de sobreproducción, de hegemonía mundial,
alimentaria, energética y ecológica.
En todo caso, es cierto que
en este contexto ha adquirido especial relevancia el capitalismo financiero.
El proceso de concentración
de riqueza y poder en los oligopolios financieros internacionales los ha convertido
en dueños absolutos de la economía mundial en perjuicio de la clase trabajadora
e incluso del capital no financiero. Hoy en día es el capital financiero el que
rige, con poder absoluto, la economía mundial, las principales decisiones que
se están tomando y la nueva ofensiva neoliberal. Todo ello ha sido y es posible
gracias a la economía especulativa.
En el momento del estallido
financiero, con Lehman Brothers a la cabeza quedaron en evidencia la impotencia
e incapacidad de los mercados financieros. Se escucharon opiniones de todo
tipo: que había que regenerar el capitalismo, que era necesario establecer
rigurosos mecanismos de control público, que había que acabar con los paraísos
fiscales, que debíamos encaminarnos a un sistema basado en la economía real… Al
parecer, nadie se percataba de que los orígenes de la crisis capitalista estaban
y están en las propias bases del sistema. No obstante, hubo ayudas de billones
de euros para “regar” los mercados, saltando posteriormente de la burbuja del
ladrillo a la burbuja de la deuda, especialmente a la de la deuda pública o
soberana.
La reducción del gasto
público para poder hacer frente al pago de la futura deuda tendrá tres
consecuencias graves: el sector público y los servicios sociales se debilitarán
notablemente; empeorarán las condiciones de vida y de trabajo de la clase
trabajadora y de la población en general y, en especial, de las mujeres y de
los sectores más desfavorecidos; y, por último, se impedirá el desarrollo real
de la propia economía, creando las condiciones para futuras crisis económicas y
sociales. Ahora pregonan que todo eso ha generado una gran deuda pública, pero
una parte importante del gasto público se ha ido en obras, infraestructuras y/o
subvenciones en beneficio del gran
capital, y es precisamente eso es lo que ha generado deuda pública. Dicho de
otra manera, la cuestión no es si la deuda pública es mala o buena en sí, sino
para qué, en beneficio de quién y con qué consecuencias se crea.
Saben muy bien que ya es
imposible liquidar la deuda de determinados países occidentales. Les impondrán
nuevos endeudamientos para pagar la deuda y, con ello, en el futuro seguirán
exigiendo nuevas políticas de austeridad que repercutirán no en el sistema
financiero, sino en los y las ciudadanas y en las estructuras públicas. Así
pues, están decididos a tomar graves decisiones políticas y económicas. La
sumisión de gran parte de la clase política respecto al poder financiero es más
que evidente y las reglas básicas de la democracia se violan ya
sistemáticamente.
1.2.- EL ESTADO ESPAÑOL
El desarrollo económico que
tuvo el Estado español antes del comienzo de la actual crisis es muy ilustrativo
y un claro reflejo de lo que ha ocurrido en la economía internacional. Durante
los últimos años, tanto el PP como el PSOE han adoptado políticas neoliberales
en su versión más especulativa; el ladrillo y el suelo frente a la
diversificación, el pelotazo frente a la planificación industrial y tecnológica
a medio y largo plazo, el subsidio frente a la extensión de los servicios
públicos. Mientras que la agricultura y la pesca han sido olvidadas, buena
parte de la industria ha quedado obsoleta y el trabajo de cuidados ha sido
relegado de nuevo a espaldas de las mujeres a través de la Ley de Dependencia.
En lugar de invertir en
tecnología de alto nivel y en I+D+I para mejorar el bienestar social, el Estado
español ha utilizado el mercado de la vivienda y las infraestructuras
gigantescas como motor de la economía. Eso, además de no garantizar el
desarrollo de cara al futuro, le ha generado una inmensa deuda pública.
En la medida en que se evita
apostar por la economía real (entendida esta como la economía productiva y la
reproductiva siendo el fin último el bienestar social), y especialmente cuando
no se cuestionan las bases del sistema económico, se están generando las
condiciones para crisis futuras. Mientras tanto, la actual crisis la deberán
sufrir la clase trabajadora y los sectores
populares, en muchos casos sin disfrutar de ningún tipo de derechos laborales,
mediante una economía sumergida que posibilita salarios de miseria y perdiendo
el poder adquisitivo y endeudando a las familias como consecuencia de las
políticas neoliberales.
Así pues, por una parte, a
corto plazo, el Estado español deberá hacer frente con nuevos endeudamientos a
la liquidación de la deuda (El gobierno de Rajoy ya ha empezado a desmantelar
el sector público, recortar los derechos de la clase trabajadora, acabar con el
“café para todos/as”…); por otra parte, a medio plazo, aumentará la debilidad
de su economía real, pues no ha realizado inversiones suficientes para ello.
Hablamos de una crisis que durará largos años, de una verdadera depresión socio-económica
con las consecuencias que ello conlleva.
1.3.- EUSKAL HERRIA
En primer lugar vamos a
realizar un breve diagnóstico sector por sector. En lo que respecta al sector primario,
tanto la agricultura como la pesca tienen muy poco peso en nuestra economía,
pero, aun así, tienen mucha importancia tanto para muchos eskualdes de nuestro
país como para un desarrollo integral, diversificado y la necesaria soberanía
alimentaria. No obstante, su desarrollo ha sido muy negativo en los últimos
años a consecuencia de las decisiones tomadas en Bruselas y la PAC.
Respecto al sector
industrial, sin ninguna duda, estamos por encima de la media del Estado
español, pero por debajo de otras realidades similares a las nuestras. Es
cierto que durante muchos años la industria ha tenido mucho peso en nuestra
economía y que hemos sido capaces de dar el salto de la gran industria a las
nuevas industrias, pero también es cierto que a nivel mundial hemos retrocedido
notablemente. Respecto a las inversiones en I+D+I también estamos lejos de
Europa y la gestión de las inversiones realizadas ha sido, en general,
interesada y ha acarreado fraudes repercutiendo poco en el bien social, por lo
que poco ha revertido en la promoción de los y las investigadoras e iniciativas
locales.
Las consecuencias de todo
ello, son notorias: para garantizar el beneficio empresarial se pretende competir
a través de la rebaja de salarios y cuando tal rebaja no se produce, se procede
a la deslocalización, es decir, que nuestro capital se va al exterior.
Respecto al sector
servicios, queremos subrayar la importancia que debieran tener y no tienen los
denominados servicios a las empresas. Por otro lado y respecto a la recién
creada Kutxabank, el objetivo debiera ser avanzar hacia una banca pública al
servicio de la ciudadanía y de la planificación social y económica del país. En
ese sentido, lo ocurrido con la
Banca Cívica es paradigmático, ya que la fusión de Banca
Cívica y su posterior privatización y el actual proceso de adjudicación de la Caixa suponen el fin de los
objetivos sociales y públicos que tuvo, en algún momento, Caja Navarra.
El sector público ha sido
víctima de la política de despilfarro de los últimos años. Las arcas públicas están
en una situación muy grave, falta voluntad para impulsar políticas fiscales
fuertes y las incapacidades de los gobiernos de Yolanda Barcina y Patxi López
para hacer frente a la realidad actual son evidentes. Durante los últimos años
se han limitado a hacer un seguimiento ciego de las políticas neoliberales
impulsadas por los gobiernos mundiales y del Estado español y hace tiempo que
han empezado a dejar el sector público en manos de la iniciativa privada.
El hecho de que nuestra
economía esté más diversificada y en el Estado español se venda,
aproximadamente, sólo una tercera parte, ha retrasado en cierta medida la
llegada de la crisis a nuestro país.
En todo caso, los sectores
social y económicamente más débiles ya están sufriendo duramente la crisis. El
continuo proceso de empobrecimiento ha generado que la tasa de pobreza haya
aumentado, la tasa de paro crece mes a mes, y en diferentes subsectores la
cantidad de EREs es terriblemente elevada además de la altísimas tasas de
desempleo entre las/os jóvenes, paradójicamente con alta formación, y sin
posibilidades de encontrar un empleo. Es de señalar también, que el cuidado de
las personas dependientes y la sostenibilidad
de la vida sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad a la que
las instituciones dan la espalda una y otra vez.
No obstante, en Euskal
Herria no todo es negativo. Nuestra economía todavía sigue siendo más
diversificada; la burbuja inmobiliaria no tiene la misma importancia; las
PYMES, la cultura industrial, las cooperativas, la economía social siguen
teniendo mucha importancia; el nivel de formación de la juventud es elevado y,
sobre todo, en este pequeño país el desarrollo propio y la organización social son
muy importantes.
Por otra parte, como
consecuencia de la crisis económica y de los cambios políticos, se abre la
oportunidad de alcanzar acuerdos en torno a otro modelo de desarrollo y de
organizar nuestro país de otra manera. En Euskal Herria las mayorías sociales y
los niveles de concienciación y organización permiten abandonar este sistema
depredador de personas y de bienes naturales y poner en marcha otro justo,
solidario y sostenible. Para ello, necesitamos la soberanía, para poder
organizar nuestro pueblo y nuestra economía en base a nuestros deseos y
necesidades. La necesidad de formular una alternativa integral ante la
situación crisis socioeconómica resulta ineludible en la actual coyuntura
política. Dicha necesidad justifica, en sí misma, un acuerdo estratégico que
siente las bases de una alianza de acción militante orientada a acumular y
cohesionar las fuerzas políticas y sociales de izquierda y abertzales en torno
al objetivo de establecer un modelo de redistribución solidaria del producto
social.
2. BASES DEL PROYECTO
ESTRATÉGICO
Antes de entrar en
propuestas concretas, creemos necesario asentar los rasgos generales en que se basa
el proyecto estratégico que queremos ofrecer a nuestro pueblo.
2.1.- UNA EUSKAL HERRIA
SOBERANA
Nuestro trabajo no tiene
como único objetivo la consecución de los derechos identitarios. Nuestro objetivo
es obtener los recursos y las herramientas necesarias que garanticen el poder
responder a las necesidades de los ciudadanos/as. Para ello es obvio que necesitamos
la soberanía.
La soberanía es
indispensable para definir las relaciones que se quieren mantener con otros
estados y pueblos y obviamente la soberanía también tiene una dimensión
interna: Un pueblo necesita ser soberano para poder definir su propia
organización y para acordar y establecer sus objetivos y su propio modelo de
desarrollo. A fin de cuentas, la organización de la sociedad es el recurso más
importante para asegurar el futuro económico.
2.2.- UNA EUSKAL HERRIA
EUSKALDUN Y QUE BUSCA LA
COHESIÓN SOCIAL
Queremos construir una
Euskal Herria euskaldun en la que el euskera sea un idioma vivo. Y donde la vida
de nuestra nación se articule en euskara. Queremos un pueblo formado por
personas vascoparlantes plurilingües, un pueblo que impulse y desarrolle la
identidad vasca y su propia visión del mundo y que, a la vez, sepa poner los
medios para respetar y desarrollar el resto de identidades e idiomas que
conviven en nuestro pueblo.
2.3.- EUSKAL HERRIA NECESITA
UNA ALTERNATIVA INTEGRAL
Objetivo del nuevo modelo de
desarrollo Construir una sociedad justa, basada en la sostenibilidad de la vida
a través de la igualdad de derechos sociales y, en general, de todos los
derechos de mujeres y hombres; en el reparto del trabajo, del poder y la
riqueza... todo ello, en armonía con la madre tierra.
2.4.- PRINCIPIOS PARA
CONSTRUIR LA ALTERNATIVA
Y VALORES EN LOS QUE SE
SUSTENTA
• La Defensa de los principios
democráticos que supone entre otras cosas, combinar la democraciadirecta, la
democracia participativa y la democracia representativa.
• Proceso educativo
colectivo y solidario: una Educación sólida e integral para ciudadanos y ciudadanas
libres.
• Una sociedad de mujeres y
hombres libres e iguales en obligaciones, derechos y oportunidades. Una
sociedad basada en los principios feministas.
• Una sociedad plural que
garantice la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos y sin ningún tipo
de discriminación o exclusiones.
• Una sociedad que garantice
un mayor reparto de la riqueza como camino hacia la justicia social.
• Una sociedad donde se
garanticen lo derechos sociales como la salud, educación, políticas de igualdad,
rentas mínimas y relaciones laborales justas y equilibradas.
• Una sociedad donde el
sector público tenga un papel claro de liderazgo.
• Empresas responsables
económica, social y medioambientalmente, que garanticen la sostenibilidad de la Madre Tierra.
• Un modelo que suponga un
nuevo desarrollo diversificado y plural.
• Una sociedad vinculada a la Madre Tierra que
apueste por el desarrollo local y sostenible de los recursos naturales.
• Una sociedad basada en la
pluralidad, la solidaridad y el internacionalismo.
3. SOBRE LA NECESIDAD DE
SOBERANÍA
ECONÓMICA
3.1.- LOS LÍMITES DEL MARCO
ACTUAL
La profunda y larga crisis
que estamos viviendo nos ofrece una oportunidad inmejorable para analizar los
límites que el actual marco institucional nos impone en esta parte de nuestro
país. La mayoría de las medidas tomadas por la UE , el gobierno del Estado Español y los
gobiernos autonómicos de CAV
y Nafarroa para responder a
la crisis han tenido una dirección clara y concreta: reducir los costes a las
empresas, avanzar en el desmantelamiento público y establecer en la sociedad estímulos
para el consumo. En definitiva, han sido medidas orientadas a revitalizar el
modelo existente.
Lo cierto es que un análisis
minucioso pone en evidencia las necesidades prácticas que suponen en los
diferentes campos el límite de las competencias actuales ya la falta de
soberanía.
3.2.- ¿PARA QUÉ NECESITAMOS
UN NUEVO MARCO INSTITUCIONAL?
Una mayoría de este pueblo
admite que el modelo de estatutos de autonomía actualmente en vigor está
agotado, por sus límites de diseño, por los recortes habidos en la
transferencia de competencias, por la involución autonómica y porque los retos
que hoy en día afronta la economía exigen dotarnos de nuevos instrumentos.
Necesitamos marcos institucionales e instrumentos nuevos para lograr, entre otros,
los siguientes objetivos:
• Construir un nuevo modelo
social y económico justo, democrático y solidario, mediante un espacio de
relaciones laborales y un sistema de protección social universal que mejore el
bienestar de la ciudadanía. Un modelo en el cual el objetivo de la economía sea
el desarrollo humano sostenible.
• Fortalecer y articular la
cohesión social y económica dentro y entre las comarcas de nuestro país.
• Construir un nuevo modelo
de política fiscal equilibrado, moderno y solidario, que dote a los servicios
públicos y sociales de los recursos necesarios, y que posibilite la
redistribución de la riqueza haciendo efectivo el principio de solidaridad.
• Facilitar que nuestra red
productiva afronte los nuevos retos y se pueda ubicar mejor en los niveles de
alto valor añadido, mediante la potenciación de políticas de I+D+I que busquen
el beneficio social.
• Tener voz en Europa, por
ejemplo en el ECOFIN, teniendo en cuenta la estructura fiscal propia de
nuestros territorios.
• Desarrollar un marco
propio de relaciones laborales y de protección social que garanticen
condiciones de trabajo y vida dignas.
• Garantizar en nuestra red
productiva la responsabilidad social y (más allá del cumplimiento de las
regulaciones), el vínculo con el territorio, el respeto de la salud y el
medioambiente, la igualdad de género, la democracia económica y los servicios
que favorezcan el bienestar social.
• Apostar por una verdadera
autonomía municipal, que garantice la autonomía política y suficiencia financiera.
• Construir, de manera
democrática, un modelo que busque permanentemente la cohesión social, la
igualdad de género, la desaparición de toda discriminación, el cuidado del
medioambiente, el fortalecimiento de las relaciones entre las personas, el
respeto y la solidaridad para con otros pueblos del mundo, la verdadera
igualdad de oportunidades, el reparto del trabajo y la riqueza en todos los
ámbitos, la erradicación de la pobreza, la felicidad de las personas, el
trabajo y nivel de vida dignos y el desarrollo de todas las capacidades
individuales.
Queremos recorrer el camino
de los Derechos de los Pueblos para poder dotarnos de los instrumentos, las
capacidades y la soberanía suficiente para lograr todos esos objetivos.
3.3.- SOBRE LA INDEPENDENCIA POLÍTICA
E INSTITUCIONAL
Queremos la independencia
para garantizar la supervivencia de nuestra nación, nuestro pueblo y nuestra
cultura y para mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas que
conforman esa nación. La crisis actual nos demuestra que el proyecto
independentista es más necesario que nunca, pues la independencia nos permitirá
conseguir y desarrollar los instrumentos propios necesarios para construir un
nuevo modelo económico y social. Así pues, Euskal Herria no se resigna ni
frente a las imposiciones de los estados ni frente a los mercados.
Por ello, reivindicamos el
derecho de autodeterminación que nos corresponde como pueblo y reclamamos el
pleno ejercicio de la soberanía como Nación, nación integrada por ciudadanos y
ciudadanas soberanas, soberanía que debe tener su reflejo en las libertades
civiles y en los derechos económicos y sociales.
4. ÁMBITOS DE ACTUACIÓN Y
PROPUESTAS PARA
UN NUEVO MODELO ECONÓMICO Y
SOCIAL EN
EUSKAL HERRIA
La situación actual exige
decisiones urgentes en Euskal Herria para situar las bases hacia otro modelo socio-productivo.
En este sentido, apostamos por un nuevo modelo de desarrollo: endógeno y
respetuoso con los límites del planeta y que busca potenciar las capacidades
internas de un territorio y de su población, apoyado en la creación de un nuevo
tejido de producción.
4.1.- FRENTE A LA CRISIS ECONÓMICA :
LA MEJOR INVERSIÓN ,
EUSKAL HERRIA
A – SECTORES PRODUCTIVOS
1.- Modelo productivo:
INVERTIR EN EL TEJIDO PRODUCTIVO VASCO. Con el objetivo de crear riqueza y
empleo de calidad y garantizar un futuro digno para nuestras futuras
generaciones, proponemos invertir en la producción de bienes y servicios y en
el desarrollo y transformación del tejido productivo vasco, así como impulsar
sinergias entre los diferentes territorios de Euskal Herria, siendo el sector
público el motor de esta apuesta. Apostamos, asimismo, por la innovación, la
diversificación, el equilibrio intersectorial y medioambiental y por la defensa
de sectores estratégicos de nuestra economía.
2.-Sector primario Consideramos
el sector primario como estratégico y proponemos modelos sólidos de agricultura
y ganadería que garanticen la sostenibilidad del sector, que apuesten por la
calidad e impulsen una explotación de la naturaleza que no genere pérdidas de
biodiversidad. Del mismo modo, abogamos por cuidar los recursos pesqueros y
asegurar su sostenibilidad, respetando la biodiversidad e impulsando una
política de “descarte cero” y gestionando racionalmente las cuotas. Apostamos
también por abrir nuevas vías y estructuras de comercialización que den valor
añadido a nuestros productos tanto agropecuarios como pesqueros.
3.-Sector secundario: Modelo
industrial Vertebración del tejido industrial de Euskal Herria: Apostamos por
apoyar el sector industrial basándonos en principios de solidaridad, equidad
social y criterios ecológicos, siendo el objetivo potenciar, mantener y
revitalizar el sector industrial, potenciando las relaciones industriales en
red y aumentando la diversificación productiva descentralizada a favor de los
eskualdes. Potenciación de una política industrial activa: Apostamos por una
actuación pública de carácter estratégico en ciertos sectores y por un conjunto
de medidas complementarias que refuercen dicha intervención, entre ellas:
articular capitales públicos y privados orientados a la mejora de las relaciones
interindustriales; considerar sectores emergentes de alto contenido tecnológico
y mercados crecientes, siempre que aumenten el beneficio social; impulsar
empresas industriales públicas o semipúblicas en bioindustria energías
renovables e “ingeniería urbana”; potenciar el desarrollo científico-tecnológico
de las empresas de nuestro país. Para ello, proponemos dos medidas concretas:
• Puesta en marcha de un
fondo estructural de inversión y creación de empleo que optimice
los recursos públicos en
I+D+I, fomente la inversión productiva, busque el ahorro energético, mejore la
cualificación profesional, garantice la no exclusión en el mercado laboral y
mejore la formación laboral.
• Servicio de vigilancia
tecnológica e inteligencia que sensibilice a las PYMES sobre el uso de la
información como herramienta estratégica; actúe como red de valor en la
resolución de los problemas de información estratégica; ofrezca resolución de
consultas puntuales y expertas sobre necesidades de información de las
empresas; y diagnostique e implante Sistemas de Información Estratégica a la
medida de las PYMES.
Relaciones comerciales
internacionales justas y equitativas: nos oponemos a la fuga de capitales en busca
de condiciones laborales de explotación y a los procesos de deslocalización.
Nuestra economía es una economía abierta y necesitada tanto de la importación
como de la exportación. Por ello, apostamos por un impulso del comercio
exterior y unas relaciones comerciales justas y que respeten los derechos de
los países y de los y las trabajadoras con los que mantengamos dichas relaciones,
cumpliendo las exigencias socio-laborales de la OIT , respetando los niveles salariales locales,
invirtiendo las plusvalías creadas en sus límites territoriales y respetando la
libertad para sus organizaciones sindicales.
4.- Sector terciario: Servicios
4.1.- Trabajo reproductivo,
economía del cuidado y sostenibilidad de la vida: Las tareas de cuidado son el
elemento fundamental para que nuestra sociedad sea viable. Este trabajo,
realizado en su mayor parte por mujeres, está invisibilizado y la mayoría de
las veces no es remunerado. Apostamos por
la creación de servicios públicos que desempeñen tales tareas y que sean
financiados a través del sistema impositivo general.
4.2.- Sector público: El
sector público debe asumir un papel de liderazgo y, a través de una estrategia integral,
aumentar la eficiencia productiva eliminando duplicidades y mejorando las
condiciones de trabajo de las personas empleadas. Asimismo, se ha de erradicar
la temporalidad sistémica que sufren las personas empleadas en este sector y
mejorar sus condiciones laborales y salariales.
4.3.- Comercio: El sector
del comercio vive una situación difícil, sobre todo en los núcleos urbanos y
sus alrededores. Es necesario impulsar y proteger el comercio local,
especialmente el pequeño comercio, promoviendo la colaboración con las
asociaciones de comerciantes, ayudándoles a utilizar las nuevas tecnologías,
priorizando los productos locales, impulsando las iniciativas que fortalecen la
vida de los pueblos, protegiendo los derechos de los y las trabajadoras del
sector…
4.4.-Sector financiero:
impulsamos la creación de un sistema financiero público que permita orientar el
ahorro público hacia las necesidades sociales y la inversión productiva en
Euskal Herria. Necesitamos una política financiera pública para demandar que el
ahorro de la ciudadanía vasca en manos de la banca privada se reinvierta en
Euskal Herria, y no en la especulación, imponiendo medidas fiscales y de
control para ello.
B.-TRABAJO Y EMPLEO
Un modelo al servicio de la
clase trabajadora y los sectores populares: Apostamos por un modelo basado en
el reparto justo de la riqueza, en la creación de empleo de calidad, en el
reparto real del trabajo, remunerado o no, y en la igualdad de oportunidades
para hombres y mujeres. Un modelo que tome medidas que garanticen un modelo
propio de relaciones laborales y de protección social. Un modelo que invierta
en Euskal Herria, en la economía de nuestro pueblo y en su clase trabajadora.
Acordar políticas eficaces
de creación de empleo de calidad y cualificación profesional: Apostamos por un
modelo basado en mejores tecnologías y mejor cualificación y no basado en la
competitividad salarial. El empleo de calidad requiere un reparto equitativo de
la riqueza que permita: una reducción general del tiempo de trabajo para
repartir el empleo y para conciliar la vida laboral y extra-laboral; un
equilibrio racional de los salarios para acabar con la desigualdad; el impulso
de la formación continua; la mejora de la cualificación y las nuevas
tecnologías en el trabajo; recuperar la causalidad en la contratación acabando
con la cadena de subcontrataciones; y hacer aflorar la economía sumergida.
C.- POLÍTICAS FISCALES
Un sector público cuyo
objetivo sea otro modelo de política fiscal: Apostamos por una política fiscal
que permita disponer de los recursos económicos públicos necesarios para
abordar la estrategia de cambio de las políticas públicas e impulsar unos
presupuestos de neto carácter social y de fomento de nuestras necesidades en el
sistema productivo como reproductivo.
El sistema tributario
necesario para construir una democracia de carácter social debe: recuperar el
principio de igualdad y de progresividad en el tratamiento fiscal de todas las
rentas; asumir un compromiso
firme en la lucha contra el
fraude fiscal; acometer una reforma del IRPF para convertirlo en un impuesto
más progresivo y solidario; mantener el Impuesto sobre el Patrimonio; poner fin
a la competencia fiscal y a la rebaja del Impuesto sobre Sociedades; recuperar
la soberanía fiscal plena y suprimir los privilegios fiscales y las
condonaciones discrecionales.
4.2.- FRENTE A LA CRISIS ECOLÓGICA :
ARTICULACION TERRITORIAL:
Nuevo modelo de organización territorial
Necesitamos una organización
territorial lo más descentralizada posible que facilite la participación basada
en el desarrollo endógeno y tenga en cuenta la vertebración de Euskal Herria.
Tomando como eje el eskualde y/o la cuadrilla, apostamos por una organización
territorial que posibilite una gestión más eficaz y que evite solapamientos de
competencias entre diferentes administraciones.
Por otro lado, necesitamos
un modelo pueblo/ciudad/eskualde equilibrado, que posibilite vivir en relación con
la naturaleza, que impulse el autoabastecimiento y la autogestión y que amolde
el desarrollo de cada pueblo a las necesidades sociales y no a lo que demande
el mercado. Un modelo que impulse la racionalidad entre los servicios y los
núcleos de población y que cuente con un transporte público que asegure la
movilidad natural.
Modelo de transportes. Nueva
estrategia de infraestructuras: asumiendo las necesidades de movilidad, se debe
potenciar el transporte público, social, funcional y lo menos perjudicial para
el medio ambiente. Necesitamos un modelo que fortalezca los ejes comarcales y
el ferrocarril y que impulse la cohesión entre territorios y pueblos, evitando
la marginación de eskualdes. Nos oponemos a las infraestructuras faraónicas y
apostamos por infraestructuras se desarrollen pensando en las personas,
respondiendo a las necesidades sociales y no a los intereses empresariales.
Nuevo modelo energético:
apostamos por modelos energéticos naturales y descentralizados adecuadamente gestionados,
eficaces, eficientes y sostenibles, que causen el menor daño posible a la salud
y a la naturaleza. Abogamos por el desarrollo e incremento de la utilización de
energías renovables
y por la utilización de
fuentes de nivel energético bajo para la producción, así como por acortar lo
más posible las distancias de transporte.
Defensa de la Biodiversidad y
Recursos naturales: Necesitamos impulsar un cambio de mentalidad y dotarnos de
un conjunto de normas que regulen los diferentes ámbitos de actuación
medioambiental y que, implantando la transversalidad ambiental posibilite la
construcción de una Euskal Herria sostenible y ecológica.
Política de residuos y
economía verde: En cuanto al modelo de gestión de residuos, todas las prácticas
eficaces tienen tres características comunes: reducir al máximo la generación
de residuos; reciclar los residuos; y reutilizar y/o intercambiar lo que no son
verdaderos residuos. Apostamos, pues, por impulsar modelos que tengan esas
características para aproximarnos lo más posible al concepto “basura cero”.
4.3.- FRENTE A LA CRISIS SOCIAL
Tenemos una apuesta y un
compromiso claro por la economía social y solidaria. Por ello, debemos avanzar
hacía un modelo de economía basada en la participación activa, la solidaridad,
la equidad, la inclusión y el feminismo, cuyo fin sea satisfacer las
necesidades de todas las personas.
Sistema de servicios
sociales. Servicios públicos y sociales: Defendemos la oferta de servicios
sociales públicos, y no la oferta pública de servicios sociales. Ello supone
que debe de ser la administración pública quien los ofrezca directamente. Abogamos,
pues, por un sector público que incremente y mejore los servicios públicos y
las prestaciones sociales que garanticen también sus derechos a la clase
trabajadora.
Servicios sociales
universales públicos y de calidad: Apostamos por la creación de una red de
servicios sociales públicos y de calidad, que de manera coordinada e integral
con otras áreas (salud, educación, empleo, vivienda, cultura) actúen sobre
todos aquellos elementos que inciden en la pobreza, en la exclusión y en la
marginación social y que sean de libre acceso para toda la ciudadanía en su
conjunto.
Sistema educativo propio. La
educación es una herramienta fundamental para la formación en valores, el
desarrollo integral de la persona y la consecución de los mecanismos colectivos
e individuales necesarios para acceder a unas condiciones de vida dignas. Por
ello, apostamos por un sistema educativo público y propio que subsane los
defectos de los modelos actualmente implantados en nuestro pueblo y que supere
la subordinación a las administraciones actuales.
Sanidad pública, universal y
gratuita. Apostamos por garantizar el derecho a la salud de todas las personas
por medio de un sistema socio-sanitario público, universal, gratuito y de
calidad. Un sistema sometido a la participación y la evaluación social de las
políticas sanitarias, que tenga a la persona como eje. Priorizamos la promoción
de la salud, la prevención de las enfermedades y la recuperación del interés
político por la sanidad pública.
Un modelo sin
discriminaciones de género: apostamos por un modelo económico, cultural,
político y social alternativo que garantice los derechos sociales, laborales,
económicos, productivos y reproductivos que erradiquen la discriminación que
sufren las mujeres en todos esos ámbitos en el actual sistema capitalista
patriarcal, rompiendo con la dicotomía público/privado, para construir una
sociedad equitativa.
Vivienda: Nuestro
planteamiento es garantizar el derecho a la vivienda, no el derecho a tener
vivienda en propiedad. En ese sentido, reivindicamos la vivienda social para
todas las personas, promovemos la vivienda de alquiler social y es
responsabilidad de las instituciones solucionar este problema, pues la vivienda
es un derecho social básico.
Democracia participativa:
Apostamos por un modelo que posibilite que el poder resida en el pueblo y esté
sometido al control popular; que permita cambiar el actual modelo de relaciones
entre ciudadanía e instituciones, y que posibilite que el poder sea ejercido
por, desde y para el pueblo. Apostamos por la toma de decisiones democrática,
interiorizando que los procesos participativos deben de ser transparentes,
incluyentes y, en la medida de lo posible, vinculantes.
4.4.- EL IDIOMA Y LA CULTURA DESDE EL
PUNTO DE VISTA DE LA
SOCIOECONOMIA
-Cultura
La cultura se nos vende como
espectáculo, como un producto de alto precio para consumir. Es necesario
transformar eso de raíz. Hay que poner las infraestructuras al servicio de la
ciudadanía, convertirlas en núcleos de creación cultural, de dinamización de
los pueblos, de dinamización social, reconociendo y impulsando la cultura que
se desarrolla en la calle y garantizando que la cultura este a disposición de
todos los ciudadanos. Por otra parte, teniendo como origen y objetivo la
creatividad abogamos por un equilibrio entre la producción, industria cultural
y la promoción en las políticas culturales.
-Idioma
En Euskal Herria, y a pesar
de la agresión que sufre por parte de los estados, como muchos pueblos en el
mundo, el sector goza de una implantación tradicional en Euskal Herria, y hoy
en día se está organizando como sector económico industrial. En consecuencia,
es necesario que las administraciones públicas vascas consideren al sector como
preferencial en la inversión en I+D+i. Además se debe de considerar como eje
estratégico en los planes de ciencia, tecnología e innovación.
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