-¿Considera suficiente la respuesta de la izquierda abertzale al último sabotaje contra la Ertzaintza en Agurain?
- Aunque no me gustan los circunloquios y soy partidario de respuestas más claras, el desmarque de la izquierda abertzale es significativo. Esa guerra de las palabras por la que algunos quieren que la izquierda abertzale condene y maldiga 50 años de su pasado es parte de la complejidad de estos procesos.
- ¿Qué papel ha tenido usted en el acuerdo que firmaron el domingo la izquierda abertzale y Eusko Alkartasuna? ¿Ha sido el alma del pacto?
- Yo soy ya sólo un militante bastante disciplinado que se limita a dar su opinión cuando se le requiere y, además, resignado al saber que el que pregunta casi siempre espera que confirmes sus tesis. El alma de este pacto ha sido la ejecutiva nacional de Eusko Alkartasuna.
- ¿Apostó por ese pacto desde el primer momento?
- Desde que hace 24 años el artículo 1º de los estatutos de EA afirmó sin ambigüedad su vocación soberanista, siempre aposté por una entente entre abertzales respetando otras diferencias ideológicas que en el ámbito nacional vasco, como en cualquier otro, tienen que existir. También desde entonces establecimos como condición 'sine qua non' la no violencia. La dirección de EA afirma que esto es lo que se deduce hoy de sus pactos y conversaciones con la izquierda abertzale. Yo les creo. Si lo hechos posteriores lo desmintieran me sentiría muy defraudado.
- ¿Qué tiene que decir a los duros reproches que les han llegado desde diferentes ámbitos por el acuerdo con la izquierda abertzale?
- En general, era lo esperado. Unos, por convicción. Otros, por interés político, sea porque se les acabaría el chollo con una mayoría abertzale en las instituciones, y otros por egoísmos partidistas inconfesables.
- ¿Le ha sorprendido la reacción de algún partido?
- Me ha sorprendido que algunos en Aralar, a veces, parezcan más papistas que el Papa. Unos dicen que es por el síndrome de los conversos. Otros, que es la preocupación de no heredar todo lo que fue Batasuna. Pero yo espero que acabarán aportando su esfuerzo a este proceso de cambio.
- ¿Y la del PNV?
- No. El PNV ha estado en su línea de siempre: Egibar ha estado más próximo y otros han marcado las distancias. En el PNV siempre hay sopranos, contraltos, bajos, tenores, etc... que cubren todos los registros de su electorado potencial.
- ¿Siguen estancadas las relaciones con la formación jeltzale?
- Urizar ya ha expresado reiteradamente que el PNV siempre será un elemento esencial en esa estrategia a conformar una amplia mayoría abertzale. Es que es de cajón. Pero también va a depender esencialmente de su voluntad. Hoy en Nafarroa, por ejemplo, nuestra relación es y queremos que siga siendo estrecha y cordial. ¿Por qué no en la Comunidad Autónoma Vasca? Yo no creo que un lehendakari como Ibarretxe haya tenido un aliado más leal que EA.
- ¿Cómo ha recibido las advertencias de Ares, Caamaño o Conde Pumpido de que podrían cometer algún tipo de delito si van en coalición con la izquierda abertzale?
- Primero, que no se inventen cosas para poder amenazarnos, porque EA ya ha dicho que está formando sus propias listas electorales. Segundo, que harían bien evitando esos tonos amenazantes y autoritarios. Eusko Alkartasuna tiene un pasado limpio de guerras sucias, corrupciones, GAL y violencias de Estado, que merecerían mayor discreción y respeto de quienes no pueden decir lo mismo.
- ¿Temen una respuesta judicial?
- Hombre, aquí la Justicia nos depara muchas sorpresas, pero a EA no le van a poder achacar ninguna connivencia con la violencia, salvo que retuerzan de tal modo esa Ley de Partidos para poder achacarnos tal cosa por intentar estimular y coadyuvar en la medida de nuestras posibilidades el fin de la misma. Afortunadamente parece que gentes del PSOE tan cualificadas como Eguiguren entienden nuestros propósitos.
- ¿El acuerdo del pasado domingo supone un antes y un después?
- Ha sido un paso importante y la rotundidad de la apuesta exclusiva por las vías pacificas contenidas en el acuerdo es más contundente que nunca, aunque algunos no quieran verlo.
- ¿Confía plenamente en la izquierda abertzale o le caben algunas dudas?
- Los que han tratado estos asuntos desde EA nos transmiten su confianza y en los partidos los dirigentes merecen su credibilidad mientras no demuestren lo contrario. Ahora bien, si los hechos llegaran a desmentir a los dirigentes sería la hora de pedir responsabilidades.
- ¿Cree que toda la izquierda abertzale está de acuerdo con el texto que firmaron?
- Supongo que los habrá que habrían deseado otros acentos o precisiones, pero parece que ésta es una postura abrumadoramente mayoritaria que quiere un cambio histórico de una estrategia político-militar, a otra civil y pacífica. Por eso merece la pena apoyar este proceso y no torpedearlo.
- ¿Hay posibilidad de que otras fuerzas políticas se unan al compromiso del Euskalduna?
- Espero que sí y que existirá flexibilidad por parte de todos para propiciarlo.
- ¿Qué réditos puede otorgarles el acuerdo en las próximas elecciones de 2011? ¿O cree, por el contrario, que les puede penalizar?
- El acuerdo no está hecho en clave electoral, y en política el que no da pasos y se arriesga nunca se equivoca pero tampoco aporta nada a su sociedad. A algunos desde luego sólo nos interesa la política para defender aquello en lo que creemos, aunque haya que arriesgarse a perder algún voto.
- ¿Teme que de esta entente sea Batasuna la única que saque rentabilidad como muchas veces se ha afirmado?
- Si la izquierda abertzale da el giro histórico que todo esto supone sin duda va a ganar mucho pero todos deberían celebrarlo por lo que significaría para este país ese cambio.
- ¿Le preocupa que ETA no respalde el acuerdo? ¿Confía en que lo haga?
- Me parece difícil salvo que estén dispuestos a perder toda su base social histórica; eso sería su suicidio.
- ¿Cree que ETA responderá este verano con un anuncio de abandono definitivo de la violencia o son más deseos que certezas? ¿Y si no lo hace?
- Espero que así sea, aunque estas cosas no suelen tener un fin instantáneo cuando existen todas esas 'cuestiones técnicas' por resolver (víctimas, presos, exiliados, armas), pero yo estoy hablando de mis deseos y esperanzas por la lógica de los acontecimientos que se vienen produciendo. Si ETA no dice algo muy novedoso pronto, me sentiré muy decepcionado.
- ¿Qué le hubiera gustado que incluyera el texto del Euskalduna y no ha podido ser?
- El texto tiene una virtud que otros consideran su defecto: significa una decisión unilateral de la izquierda abertzale de apostar por las vías pacíficas y desterrar (principios Mitchel) cualquier violencia y condición a la política. Claro que a mí me habrían gustado más precisiones y algunas certezas absolutas para el futuro, pero sé lo complejos que son estos procesos para evitar disidencias y conseguir unanimidades en mundos como el MNLV, consiguiendo cambiar un ciclo de 50 años.
- ¿Ha echado en falta una mención expresa a ETA?
- Sí y no. Si ello significa el liderazgo 'civil' e independiente de la izquierda abertzale puede leerse en positivo. ¡Pero cuénteselo a quienes piensan que 50 años se borran con un plumazo en un papel!
- ¿Qué otros pasos se pueden esperar ahora de esa colaboración entre la izquierda abertzale y EA?
-Ahora hay que saber compatibilizar el respeto a las diferencias ideológicas y avanzar en la seguridad del fin de la violencia, en el logro de adhesiones a este proceso de otras fuerzas y en la concreción de la estrategia soberanista.
- ¿Qué sintió al compartir acto en el Euskalduna con personas como Eugenio Etxebeste, 'Antxon'?
- Una sensación algo parecida a la que me produjeron en su día las presencias y evoluciones de Onaindia, Uriarte, Madariaga, etc., cuando decidieron sus cambios respectivos.
- ¿Qué le parecen que Alfredo Pérez Rubalcaba resalte la trayectoria impecable de EA?
- ¿Es qué podría habernos reprochado una trayectoria no intachable, ética y democrática? En todo caso es de agradecer en medio de tantas manipulaciones y descalificaciones.
http://www.diariovasco.com/v/20100628/politica/tendrian-retorcer-partidos-para-20100628.html
Fuente: El Diario Vasco