De estas luchas no estuvo ausente la Diáspora Vasca, sobre todo, luego de la instauración del franquismo, cuando su rol fue sostener al Gobierno vasco en el exilio, recibir a los exiliados y ser los depositarios del mantenimiento de la cultura vasca, prohibida en Euskadi sur.
En la diáspora, una gran mayoría de sus miembros, entendemos que la Causa Nacional Vasca excede el marco jurídico la CAV, al considerar que tanto Navarra como Iparralde forman parte de Euskalherria, según se desprende del principio unificador: "Zazpirak Bat".
La tarea de la diáspora de cara al siglo XXI, será trabajar en la acumulación de fuerzas abertzales, cuyo objetivo sea cristaliza la creación de un Estado vasco. Pero esto sólo será posible, con la consecución de un nuevo marco jurídico, que ponga fin a las ilegalizaciones, prohibiciones y al bloqueo político impuesto por los estados francés y español, En tal sentido, éste nuevo escenario debe ser respetuoso de la libertad, de los derechos humanos de todos y todas y de las diferentes dinámicas de los Territorios Históricos vascos.
En esta labor todos son necesarios y nadie sobra. Si somos consecuentes con el principio democrático de pluralidad en las ideas, el campo Abertzale debe convertirse en un polo de acumulación de fuerzas políticas, sin prohibiciones, ni ilegalizaciones. En tal sentido, un primer paso fue dado en estos días, cuando se selló la unidad en la acción entre Eusko Alkartasuna y la Izquierda Abertzale, comprometiéndose estos a transitar un camino que tenga como fin, instaurar un Estado Vasco Independiente, en un mundo interdependiente. En tal sentido, debemos trabajar para la integración de otras fuerzas patrióticas vascas a esta iniciativa.
No será fácil la tarea, porque seguro se levantarán voces que condenen esta conjunción política poniendo piedras en el camino que se inicia. En tal sentido, habrá que trabajar mucho para consolidar el espacio, teniendo siempre presente, la consigna principal que los partidos firmantes acordaron, que se sintetiza en desarrollar una estrategia por las vías políticas, en total ausencia de violencia y respetando los derechos humanos de todos y todas.
Mientras tanto, nosotros en la Diáspora deberemos trabajar en una doble tarea: La primera será la conformación de éste espacio independentista, garantizando que el mismo contenga a la mayor cantidad de sensibilidades abertzales, los cuales, deberán dar testimonio de los derechos que le asisten a la Nación vasca. Y la segunda, será la conformación de un “Lobby vasco” que aglutine a personalidades de la cultura, la ciencia, la política, el deporte y otros colectivos, y cuyo fin sea, el de acompañar al pueblo vasco, en la búsqueda de dar solución al contencioso político, en un marco de total ausencia de violencia y respeto a los derechos humanos, como así también, garantizar que la última palabra en la resolución del conflicto político vasco, estará en manos de las ciudadanas y ciudadanos vascos. Esta debe ser la labor de aquí en adelante y para cristalizar estos nobles objetivos, deberemos redoblar nuestros esfuerzos militantes “Hasta conseguirlo”.
Prof. César Arrondo
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