El Estado español continúa utilizando en forma indiscriminada su herramienta favorita, la justicia, con el fin de limitar los derechos políticos de una gran parte de la sociedad vasca. En tal sentido, la Audiencia Nacional, la Fiscalía, el juez Garzón, etc., son quienes a partir de singulares apreciaciones de las pruebas condenatorias que dicen poseer, muchas de ellas insuficientes, envían a la cárcel a cualquier ciudadana o ciudadano vasco que sea sospechado de tener vinculación con banda armada, de dialogar, de condenar la tortura, o de reclamar el derecho a decidir del pueblo vasco.
De cara a las elecciones que tendrán lugar el 9 de marzo, los partidos del Estado español que cuentan con posibilidad de llegar a la Moncloa, se encuentran inmersos en una carrera meteórica, cuyo fin es golpear sistemáticamente a la sociedad vasca. En tal sentido, el Partido Popular denuncia permanentemente la falta de rigidez del PSOE en cuanto a terminar con ETA y su entorno, y demás instituciones vascas. El PSOE doblando la apuesta a través de Garzón y compañía, coloca a todo el País Vasco bajo la atenta lupa de la justicia, la cual, actúa sobre la actividad política vasca en su conjunto.
Los resultados están a la vista: periódicos cerrados, el macroproceso 18/98, partidos ilegalizados, dirigentes procesados y encarcelados, el enjuiciamiento de
la anterior Mesa del Parlamento Vasco, las denuncias de la utilización de la tortura en los procedimientos de
la Guardia Civil, el procesamiento del Lehendakari, y los nuevos procesos en marcha contra EHAK y ANV.
Los partidos políticos vascos, sindicatos, instituciones sociales y culturales no pueden mantener una actitud de indiferencia ante los hechos antes mencionados. Resulta prioritario reaccionar al embate antidemocrático que propone España. En este sentido, si bien es cierto, que los partidos vascos no han podido conformar un
bloque electoral vasco de cara a las próximas elecciones, ni una mesa de diálogo, ante la delicada situación de permanente hostigamiento que sufre hoy la mayoría de la sociedad vasca, y con el propósito de resistir al mismo, no se deberían oponer a formar al menos, una Liga de Humillados.
Prof. César Arrondo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario