Prof. César Arrondo
Se cumplen 69 años del bombardeo de la aviación alemana nazi sobre Gernika, fue un día de feria, cuando la mayoría de los habitantes se encontraban en la villa. La tragedia ha sido inmortalizada por el pintor Pablo Picasso, con su famoso cuadro “Gernika”, que simboliza para siempre, el horror de la emergencia del franquismo.
Resulta muy importante recordar, estos desgraciados hechos de la historia, porque solamente la memoria permite a un pueblo no cometer los mismos errores. Pero esta conmemoración no será igual a las anteriores, porque los vascos que somos todos hijos o retoños del legendario roble, el cual año en año da nuevos hijos, hoy hemos perdido a uno de sus retoños, Jokin Gorostidi Artola.
Nos ha dejado físicamente, un permanente militante de la izquierda abertzale. Jokin nació en Tolosa, formando parte de una familia trabajadora. De joven se desempeñó como mecánico en los talleres de su ciudad, y fue elegido delegado del sindicato del metal. Además, milito en las primeras organizaciones del MLNV, donde formó parte de la V Asamblea junto a otros dirigentes como Txabi Etxebarrieta, y su hermano José Antonio.
Jokin Gorostidi Artola fue uno de los 16 enjuiciados en Burgos en diciembre de 1970, donde fue condenado a muerte por el tribunal militar. Luego de la conmutación de las penas estuvo encarcelado por 8 años en distintas cárceles del estado español. Recién en mayo de 1977 fue llevado en un avión a Bruselas, donde fue dejado en libertad, pero regresaría a Euskal Herría, y en noviembre fue beneficiado por un decreto de legalización.
Su trabajo estuvo en adelante dedicado a construir una plataforma política, a la cual se denominó Herri Batasuna (Unión Popular), cuando cuatro partidos de la Mesa de Altsasu tomaron la determinación de unirse con tal fin.
Jokin Gorostidi fue Parlamentario vasco entre 1982 y 1986, y últimamente se encontraba procesado en el macrojuicio denominado 18/98, acusado por un trabajo realizado a favor de los deportados políticos vascos. Ayer Jokin Gorostidi Artola tenía que declarar ante el tribunal, el agravamiento de su salud le impidió concurrir, pero ya no tendrá que humillarse más ante un tribunal español, el cual se ha montado una parodia, con el único fin de perjudicar a militantes abertzales.
Creo justo realizar este homenaje, al menos de parte de quien, quizás no comparta algunas sus formas o metodologías de participación en algunos momentos de su militancia, pero por encima de ello, está la entrega de Jokin a una causa tan noble como la vasca. Todos podremos reafirmar el compromiso, en nombre de su lucha que no ha sido en vano, que se resume en trabajar por la paz y la normalización de Euskal Herría.
Agur Jokin Gorostidi, seguiremos construyendo nuestra Nación Vasca.
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