El presidente de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, reivindicó ayer el derecho a decidir y abogó abiertamente por la independencia de Euskadi, porque los vascos "no queremos ni necesitamos a este Estado". El máximo dirigente de EA se preguntó "¿para qué necesitamos a España?", un país "que no nos respeta", un "Estado que nos quita, pero no nos aporta", subrayó.
Bajo el lema Bai erabaki (en castellano, sí a decidir), EA reunió en la localidad navarra de Estella a varios centenares de personas. Junto al presidente de EA en Euskadi, Unai Ziarreta, y el de Navarra, Maiorga Ramírez, participaron también el ex lehendakari Carlos Garaikoetxea, además de varios consejeros del Gobierno vasco y parlamentarios y concejales vascos y navarros.
Ziarreta respondió ayer al Tribunal Constitucional, que prohibió la consulta prevista para el 25-0, que Euskal Herria es y "será una nación" y que "ningún tribunal es quién para fijar los límites de nuestro desarrollo, y menos aún para poner cortapisas a nuestro derecho". El presidente de EA reivindicó una Euskadi en paz y exigió a ETA que desaparezca. Pero también señaló que "ni la violencia, ni el terrorismo absurdo y anacrónico van a impedir, ni deben impedir que los ciudadanos de este país puedan ejercitar su derecho a expresarse libremente".
Ziarreta cargó contra el discurso de la víspera del líder del PSE, Patxi López, en relación con el Estatuto de Gernika. El líder de EA recordó que "si por algo se ha caracterizado el PSE, es por su nula credibilidad en la defensa de los intereses de este país, en su nulo cumplimiento del Estatuto". Ziarreta dibujó a los socialistas vascos como un partido apéndice del PSOE y de los centros de decisión españoles, "por su nula libertad a la hora de tomar decisiones al margen de lo que se disponga desde Madrid".
"Tenemos a día de hoy 37 transferencias pendientes y lo que están celebrando los socialistas es el incumplimiento del Estatuto de Autonomía de Gernika, algo que tenía que ser de obligado cumplimiento y no en una negociación a dos PNV-PSE", añadió. Por todo ello, defendió que la independencia, que era "una aspiración legítima, ahora es una necesidad práctica", en un intervención en la que abogó también por la territorialidad.
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