Federico Borrás Alcain
El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, se encuentra de visita oficial en la Argentina, oportunidad en que dialogó el domingo con el programa radial PRESENCIA VASCA, que se emite desde la ciudad de Paraná, sobre la compleja actualidad de su país
Joseba Azkarraga Rodero es en estos momentos uno de los hombres de mayor peso político en el Gobierno Vasco. Su dilatada experiencia política se inició tempranamente en Alava durante los duros años del franquismo, época en la que la participación política no deparaba cargos sino persecución, cárcel y hasta la propia muerte. Fue en aquellos años en la Resistencia, que reveló sus dotes innegables como organizador y administrador.
Durante la presidencia del Lehendakari Carlos Garaikoetxea, fue diputado y senador en el Parlamento del Estado Español por el Partido Nacionalista Vasco (PNV)) y desde su escisión se integró en Eusko Alkartasuna (EA), partido este último por el que integra la coalición de gobierno en Euskadi.
Azkarraga forma parte del recientemente creado Consejo Político, que impulsará una mesa de partidos vascos, con la que se intentará nada menos que encontrar una salida al prolongado conflicto vasco, ante un proceso de paz que el entrevistado considera inminente. “La resolución del conflicto vasco requiere una negociación política” reafirmó Azkarraga a los oyentes de PRESENCIA VASCA.
- ¿Cual es el balance provisional de esta nueva visita a la Argentina?
- Muy positivo. Como cada vez que hemos venido, fuimos recibidos muy bien por las autoridades, pero fundamentalmente por la colectividad vasca y eso para nosotros es muy importante. Hemos suscripto algunos convenios de colaboración en el ámbito de la Justicia y del cooperativismo, lo que reforzará los lazos que ya tenemos con la Argentina.
- Desde el pasado 1 de febrero usted integra junto al Lehendakari (presidente vasco) Juan José Ibarretxe y Javier Madrazo un Consejo Político que impulsa una mesa de partidos. ¿Podría usted explicarnos cual será la participación de esta mesa en el Proceso de Paz que aparentemente se avecina?
- Será una participación clave. Fundamentalmente porque entiendo, que estamos en nuestro país ante un problema –la violencia- que tiene raíces políticas, y que por lo tanto, requiere un ámbito de negociación política. No alcanza que el gobierno español hable con ETA y llegue a acuerdos, lo que es importante, sino que hay que dar un paso más, que requiere la participación de todos los partidos políticos vascos, sin exclusiones.
- ¿Que es lo que se hablaría en esa mesa de partidos?
- Hay que hablar de todo. Cuando digo de todo, estoy diciendo que nadie debe poner límites al diálogo y a la confrontación de las ideas. Hay un punto clave que puede solucionar el problema: que se entienda que el pueblo vasco tiene derecho de decidir su futuro, que se le debe reconocer el derecho de autodeterminación. A partir de allí, creo que las cosas deberían ser mucho más sencillas.
- Usted ha expresado al diario Clarín su confianza en la inminencia de una declaración de tregua por parte de ETA. ¿Cuáles podrían ser las bases para un acuerdo que el gobierno español y ETA en estos momentos?
- Creo que llevan tiempo hablando entre ellos. Hay un reconocimiento implícito de que eso está bastante avanzado. Posiblemente lo único que falta es la forma de materializar, de dar a conocer públicamente que hay un principio de acuerdo, cuyas bases –en caso de producirse- deben ser en el campo de lo que ETA puede exclusivamente negociar, ya que como mucho representa a sus propios presos y lo que como organización tiene. Lo que puede acordar es la forma en que establecen el cese de las acciones armadas y la verificación de una tregua. Por parte del gobierno español, tendrá que hablar de la política penitenciaria, la forma en que se va a proceder con los 800 presos que en estos momentos están en la cárcel. Ese es el campo de actuación. Lo que no puede haber es actuación política, porque ese campo está en manos de una mesa de partidos, resolutiva.
- Desaparecida la violencia de ETA, ¿se soluciona el conflicto vasco?
- Rotundamente no. ETA es una consecuencia desgraciada y rechazable de un conflicto de naturaleza política, previo al propio nacimiento de esa organización armada. Ese conflicto político se soluciona cuando se reconozca el derecho de decisión de la sociedad vasca, eso es importante dejarlo bien claro. La desaparición de ETA es un factor muy positivo desde el punto de vista de la paz, pero la resolución del conflicto, requiere una negociación política. Nuestro pueblo tiene que decidir el tipo de relación que quiere tener con el Estado español. Incluso diría más: nuestro pueblo tiene que poder decidir si quiere tener algún tipo de relación con el Estado español.
- ¿Ve Usted voluntad positiva del gobierno de Rodríguez Zapatero de reconocer ese derecho al pueblo vasco?
- Sinceramente y desgraciadamente, debo decirle que no. Estamos ante un partido político (el Partido Socialista Obrero Español – PSOE), que al igual que el Partido Popular, tiene concepto jacobino y centralista del estado. Por lo tanto, creo que costará mucho alcanzar esa reivindicación. Por eso, desde el nacionalismo vasco debemos seguir insistiendo por esa vía. Sabemos que será un camino largo, pero estamos convencidos de que esa es la base de la solución definitiva del problema vasco. Creo que el gobierno español buscará más la vía de intentar un acuerdo exclusivamente con ETA desde el punto de vista de la violencia, pero intentará obviar la solución política. Entonces, lo que estará haciendo es poner un pequeño parche a una herida profunda que tiene este pueblo, pero que en cualquier momento puede volver a supurar.
- Miles de personas se han manifestado en Madrid el sábado contra cualquier tipo de negociación o acuerdo con ETA, manifestación que ha contado con la presencia de los más importantes dirigentes de la derecha española, incluyendo al propio José María Aznar. ¿Existen sectores que levantan la bandera de la lucha contra el terrorismo, pero que sin embargo prefieren la continuidad de ETA a la iniciación de un proceso de paz? ¿Cuál es su valoración al respecto?
- Yo haría una diferenciación. Por un lado, debo respetar el derecho de los miles de ciudadanos que se manifiestan de una manera determinada, como lo han hecho en Madrid el sábado. Lo que no puedo respetar es la actitud de un partido político, en este caso el Partido Popular, que intenta manipular esos sentimientos, utilizando la existencia del terrorismo como un arma arrojadiza contra quienes no piensan como ellos. Al nacionalismo español, que a diferencia del vasco es de tipo impositivo, le preocupa mucho más la existencia de un nacionalismo vasco democrático, que pacíficamente reivindica los derechos de nuestro pueblo. Eso les preocupa mucho más que la existencia de ETA. Por eso intentan, por todos los medios, frustrar cualquier solución política a los problemas del pueblo vasco.
- En un documento remitido el fin de semana a Catalunya Radio, ETA estimó de forma positiva los dos años de tregua en Catalunya y asegura que "se han reforzado los vínculos" entre el pueblo vasco y el catalán. ¿Cuál es su opinión al respecto?
- Mi valoración es que ETA no representa al pueblo vasco, en absoluto. Por lo tanto, no solo deben plantear una tregua en Catalunya, sino que lo que debieron hacer hace mucho tiempo es una tregua general, también en Euskadi. Me preocupa mucho que ETA siga hablando en nombre del pueblo vasco. No nos representa, ni queremos que nos represente. Es un comunicado que me cuesta valorar, porque lo único que tendría sentido en este momento, sería el anuncio del cese de la violencia.
- Sabido es la importancia que ha tenido la diáspora en conflictos como el irlandés, el armenio, o la propia constitución del Estado de Israel. ¿Cuál cree que debería ser el rol de la diáspora vasca -y en particular, de la vasco-argentina- en este momento histórico para el futuro del pueblo vasco?
- Lo he dicho en muchas ocasiones, incluso ahora estuve dando una conferencia en la Universidad Nacional de Rosario y lo volveré a repetir en La Plata, también se lo he transmitido en muchas ocasiones a un colaborador muy activo de ustedes como lo es el profesor Mikel Ezkerro: la actitud de la diáspora vasca tiene que ser la de seguir transmitiendo la imagen real de nuestro país, fuera de nuestras fronteras. Seguir trasladando en la Argentina, que el pueblo vasco es trabajador y pacífico, que desea la paz y bienestar de sus ciudadanos. Esa es la mejor imagen que puede dar la diáspora vasca de su segundo país. Son los mejores embajadores que tenemos, y yo les animaría mucho a que continúen con esta labor, porque es imprescindible en estos momentos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario